Aléjate o déjate llevar

Capitulo 125

Lara.

Santiago era el bailarín estrella de la noche. Mientras se deslizaba por la pista con Adriana. Todos lo miraban.

Yo solo veia bailar a las parejas, incluyendo a Anastasia y a Jhon.

Maria paso por mi lado, se veia estupenda.

–Te ves bella hoy Lara.- dijo.

Me sonroje.

Ya había recibido muchos cumplidos. Aunque sabia que había hecho una buena elección con mi traje.

–Creo que Luke no te deja de mirar.- Dijo Maria.

Voltee y así era. Pero no me acercaría a el. Después de dejarme allá afuera con Santiago sola, no le rogaría a nadie.

–Si, pero prefiero que el venga.

–Uy, que chica tan dura. De verdad que te admiro. Aunque ahí viene, tus deseos como que se escucharon.- dijo Maria quien se despedía porque iba hacer cosas importantes.

–Quieres bailar.- dijo un Luke medio tímido.

–Claro.- le di la mano.

Estábamos tan cerca que podía escuchar el latir del corazón de Luke. Mi cuerpo iba al mismo tiempo de la canción. Despacio.

Mi cabeza estaba recostada de su pecho. Este momento nadie lo podía romper. Éramos solo Luke y yo.

Note la mirada de Santiago de lejos, la cual ignore. El idiota ese, había venido solo pendiente de mujeres.

Termino la canción pero no fue suficiente para que Luke y yo nos despegáramos en ese momento y seguimos bailando la siguientes canciones.

Nos dimos un descanso así que me senté al lado de Adriana que estaba en una mesa con otras amigas.

–Y Santiago?.- le pregunte.

–Me dejo sola.. ay Lara. Es demasiado guapo.- me quería reír, Adriana se hacia la dura de vez en cuando pero le estaba empezando a gustar el inmaduro.

–Y eso que ahora cambiaste de idea?.- pregunte.

–Es un papacito, pero se nota que es también un idiota con las mujeres.- respondió sin interés.- Así que por lo menos para pasar el rato, esta bien supongo.

Brindamos con la champage mientras nos la tomábamos de a golpes.

–Y ese Luke que?.- pregunto.

–Solo es un amigo.- metí mis narices otra vez en la copa.

–Puedo preguntarte otra cosa? Pero no te molestes.-

Asentí a la curiosidad de mi amiga.

–Que pasa entre tu y Santiago? He visto las miradas que se echan. Y hasta me da escalofríos.-

Escupí la bebida en la copa y me reí otra vez.

Por que todos pensaban que había algo?

–Otra mas por favor.- le dije al mesero.- No hay nada, lo que ves, es mas odio que cualquier otra cosa. Es una historia muy larga que te contare pronto.- le respondí.

–Segura? Porque el te mira con demasiada intensidad Lara.- Santiago nunca me miraba así y cuando lo hacia era para retarnos.- Además no quiero ni coquetear con alguien que se que le gusta a mi amiga.-

Le puse la mano en el hombro.

–No hay nada Adriana.- le sonreí.

Nos llevamos otra copa a la boca, para seguir echando el cuento.

Me pare un momento para ir al baño, camino al mismo. Un fotógrafo me paro.

–Disculpe chica, usted se me hace muy conocida.

–Ah si? De donde?.- pregunte con curiosidad.

–Se parece a una empresaria famosa de Londres que conocí hace mucho tiempo. Lara Wayne.- Queria desaparecer por obra y gracia de la magia.

Trate de quitar cualquier rastro de mi voz de un ingles británico.

Ahora mas que nunca necesitaba parecer americana.

–Creo que te equivocas, igual gracias.- seguí caminando.

–Eres igualita en serio. Pero se nota por tu buen ingles americano que no.- Había pasado desapercibida.

Solo por esta noche.

Mi pasado estaba tambaleando en una cuerda y se aproximaba, aunque mas lo alejara. A arruinar en cualquier momento mi presente.

Camine y me encerré en el baño.

–Estúpida vida.- golpee la puerta.