4.

81 16 6
                                    

Anelisse, Anelisse. Nunca había escuchado ese nombre, tampoco había visto a esa chica anteriormente. Sin embargo demostró ser muy agradable en el tiempo en el que estuvimos juntos, en el cual mis amigos me abandonaron en medio de la pista de baile. Era genial haber encontrado a alguien con quien pasar el tiempo, poder hablar de buena música con ella y tener varias cosas en común. Por un momento recordé a Lindsay. Necesitaba que se fuera de mi cabeza por un tiempo, necesitaba darme una oportunidad a mí mismo.

"Mi papá está trabajando todo el día en la empresa mientras mi mamá se queda en casa ocupada en los quehaceres. Por mi parte, yo paso gran tiempo estudiando pero siempre intento ayudarla" Me contaba la chica. "Creo que así son básicamente mis días, soy muy dedicada. ¿Tú qué haces?"

Por un momento me sentí un poco avergonzado. No estudiaba nada, pasaba todo el día tocando la batería o practicando con los zoquetes.

"Digamos que no estudio, planeo seguir con mi banda a futuro. Toco la batería y podría decirse que eso es lo poco que me interesa". Ella me sonrió.

"¿La batería?" Asentí con la cabeza. "Es muy interesante. Cada vez que veo una banda y precisamente a un baterista me siento muy impresionada. Es increíble la rapidez mental y la habilidad que hay que tener con las manos para hacer algo así. Yo no podría"

Por un momento me sentí inteligente.

"Todo con práctica, Lisse" Respondí entre risas, para luego encender mi celular y ver la hora. Eran las doce. Había pasado una hora hablando con ella.

La mejor hora que había tenido en mucho tiempo. Era fascinante hablar con ella de algo que no sea dinero como lo hacían muchas, sino que era totalmente abierta y estaba dispuesta a dejarse conocer. Eso me gustaba. Lo mejor de todo era que se reía de mis chistes negros y absurdos, ¿qué mejor que eso, que una chica con buen sentido del humor?

Decidí invitarla a tomar algo, ya que sentía la garganta bastante seca. Ella aceptó sin problemas, hasta que fuimos y disfrutamos de los tragos que ofrecía la barra como si no hubiera mañana. Estábamos los dos bastante pasados de alcohol pero conscientes, o al menos eso parecía. Estaba muy entusiasmada hablándome y eso me alegraba, me gustaba su confianza.

"Dime qué clase de chico hace algo como eso. Además, el miércoles lo hallé con..."

"Lisse" La interrumpí. "Hablas demasiado" Y ese fue el momento en el que el alcohol suprimió recuerdos y penas.

Mis manos se conectaron a sus mejillas como imanes, las cuales la atrajeron a mí para así ocuparme de que mis labios capturaran los suyos con deseo y necesidad. Necesitaba calmarme, refugiarme en alguien y sentía que ella debía ser. Aún así, ni siquiera estaba pensando en ese momento, quería besarla porque era tan atractiva que dolía. Ella no respondió a mi beso por unos segundos, se había sorprendido. Pero luego lo hizo, logrando yo gozar el sabor de sus labios y el alcohol fusionados por un largo rato hasta que la falta de aire nos separó. Mis manos dejaron moverse por su cintura y las suyas por mi cabello.

Por un momento sentí que no sabía qué decir, así que me armé de valor no sin antes decirme a mí mismo interiormente que no tartamudeara.

"¿Bailas?" Le pregunté, después de levantarme de las sillas en las que estábamos y de extender una mano hacia ella. Me sentía idiota pero quería hacerlo, por cortesía y ganas.

"Nada de formalidades conmigo, que yo puedo sacarte a bailar a ti también" Se reía, después de tomarme de la mano y levantarse como ráfaga. De inmediato, me llevó al interior de la casa para bailar y de allí a los adentros de la pista de baile. Me gustaba demasiado su actitud, era diferente.

Ella bailaba con movimientos lentos y suaves, moviendo la cadera y la cabeza al rítmo de la música que sonaba por los parlantes. Viéndola disfrutar tanto de la música recorrer sus venas disfrutaba yo también, casi igual que ella. Su cabellera pesada se movía con ella, al igual que el volado de su vestido blanco, mientras que cerraba los ojos y con una mano levantaba su cabello. ¿Estaba soñando?

"¿Qué me ves? ¿Tan desastre soy bailando?" Preguntó de un momento a otro, parando de bailar y quedándose firmemente parada.

"Para nada, sólo... sólo... Tienes algo en el cabello" Fingí quitarle algo de una parte de él y le dije que tenía que irme.

Metida de pata universal.

love in september ; ashton irwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora