Único.

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"Tú eres la tristeza de mis ojos
Que lloran en silencio por tu amor
Me miro en el espejo y veo en mi rostro
El tiempo que he sufrido por tu adiós."

Ojeras marcadas, delgadez extrema, labios secos. El reflejo del espejo era tan triste.

Había despertado hace 7 semanas del coma y la culpa no le dejaba en paz. Sus ojos reflejaban la tristeza que sus labios no podían y el pecho le dolía tanto que le dejaba sin aliento.

Tenía que haber sido fuerte, mucho más fuerte. Tenía que haber sido dulce con Horacio, buscar ayudar a Gustabo y haber sido sincero con Conway. Y ahora no podía. Jamas podría.

"Obligo a que te olvide el pensamiento
Pues siempre estoy pensando en el ayer
Prefiero estar dormido que despierto
De tanto que me duele que no estés."

Abrío el botíquin detras del espejo y tomo las pastillas para dormir. Tomó tres.

Estar despierto era insoportable. No por el dolor físico, ni siquiera el dolor emocional. Estar despierto era tan agotador.

Todo el tiempo recordando su risa, sus expresiones, su bondad. Recordando todo aquello que jamas tendría. Y era su culpa.

"Como quisiera que tú vivieras
Que tus ojitos jamás se hubieran
Cerrado nunca y estar mirándolos"

Entonces soño.

Soño con Horacio disparandole, soño con Horacio desangrandose en la Iglesia, soño con una tumba que nunca dejaba de tener flores a pesar de estar vacía.

Y más allá de eso, soño con unos ojos hermosos detras de un pasamontañas negro. Soño con risa dulce y un hombre fornido. Soño con el amor de su vida.

"Amor eterno e inolvidable
Tarde o temprano estaré contigo
Para seguir amándonos."

El amor de una vida amarga y con olor a putrefacción. Una vida que ya no quería.

¿Por qué no había muerto? ¿Por qué la vida le trataba tan cruel? ¿Por qué dejarlo vivo cuando todo su mundo se había enterrado bajo tierra? Y Conway... Oh, Conway.

"Yo he sufrido tanto por tu ausencia
Desde ese día hasta hoy no soy feliz
Y aunque tengo tranquila mi conciencia
Sé que pude haber yo hecho más por ti."

Hizo su trabajo. Tenía que haberlo seguido. Para eso estaba, para seguir ordenes, pero...
Tal vez tenía que haberse puesto en su lugar. Pensar que era su hermano y no un psicopata más.

Desperto. De nuevo.

"Oscura soledad estoy viviendo
La misma soledad de tu sepulcro
Tú eres el amor del cual yo tengo
El más triste recuerdo de Acapulco."

Recorrió su apartamento con detalle. Como si nunca hubiera dormido ahí. Y es que nunca como ahora le pareció tan repugnante vivir solo.

Y miró la puerta. Y rogó a Dios que Horacio tocara la puerta, o que Conway le llamara, o que Michelle le solicitara. Pero no paso. Nada paso.

Estaba tan solo como la tumba de Horacio. Y es que de tantos trozos, no había un cuerpo que enterrar.

"Como quisiera que tú vivieras
Que tus ojitos jamás se hubieran
Cerrado nunca y estar mirándolos
Amor eterno e inolvidable
Tarde o temprano estaré contigo
Para seguir amándonos."

Y lo supo. Fue al baño, tomo los dos botes de pildoras y regreso a la cocina.

Saco un Vodka viejo de la nevera y fue hasta la cristalera. Y sentado, viendo la ciudad, su pobre corazón débil dejó de latir.

Y solo estando muerto, se encontro con su Madre, su hermana, Conway, Ivanov, Conway y a lo lejos, su amado Horacio con su más fiel Gustabo.

Amor Eterno. | Volkacio AU |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora