Casi.

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Miraba hacia la ventana  desde su cama preguntándose, ¿era en serio? ¿Así como así? Igual que una ráfaga de fresca brisa en un día caluroso, tan rapido que apenas pudo disfrutarla.

No podía creerlo, ¿estaba soñando de nuevo?¿esta era una de las situaciones hipotéticas que su mente creaba en sus momentos de disociación? Tenía que serlo. ¿Verdad?

Pero no. Estaba viviendo en la situación que más le comió la cabeza cuando inició a tener algo con ella.

Maldición, se sentía horrible, aunque no tenía porque, no habían razones para sentirse así, le dijo la verdad, evitó que ella misma hiciese una tontería. 

¿Quien se pensaba que era? Ella no es nadie para reclamarle por lo que la otra puede sentir, pero quería hacerlo, quería reclamar por los días llenos de ilusiones que lleva a su espada; pero sabe que no puede hacerlo, porque no es culpa de ella, no es culpa de Anne, es su propia culpa por no ver más allá de lo que sentía su torpe corazón. 

Unas simples palabras pronunciadas por los labios que tanto había querido besar y que corrió con suerte de probar en ocaciones que él mismo podría contar.

"No estoy lista" eso era todo, lo demás no importaba, lo no captó, no quedó en su mente, simplemente no tenía porque escuchar más.

El viento helado entraba aún con el vidrio bloqueado su paso, las sábanas sobre su cuerpo y una almohada entre sus brazos eran su protección ante el sentimiento de decepción que regía sobre ella.

¿Había hecho algo mal? No. No era eso.

Tenía que saber que no era culpa suya. Entendía sus palabras, pero no lo hacía su corazón, el estaba abatido, llenó sus ojos de lágrimas de nuevo aunque no quisiera hacerlo.

"¿Podemos seguir siendo amigos? Por favor, no quiero perderte"

Dijo que si, le respondió que si, aunque todo dentro de ella le decía que no lo hiciera.

Ella y su estupido corazón enamorado.

No quería perderla, y si quedarse y tragarse sus palabras era la única opción que tenía, pues la tomaría, era malo para ella lo sabía, pero también sabe que nunca fue buena cuidando de sí misma, una herida más, una menos no iba a significar mucho. 

¿Qué tan mala debe ser su suerte para que algo así pasase? Llevaba toda la puta semana preguntándose cómo decirle, cómo pedirle si podía permitirle ser su pareja.
Ahora le daba risa y le apretaba el corazón, que pobre idiota.

Suspiró removiéndose en el colchón, no valía la pena, no podía valerla.

Si la quería bien, sí no, Perfecto, puede lidiar con eso.

"Te quiero Danny" patrañas.

Era idiota por dejar que se le pasara algo así por el frente, se dejó embriagar de sus emociones.

Estaba decepcionada, tenía rabia, estaba triste; pero eso no importa, porque estaba bien, estaría bien, y se lo aguantaría como una campeona.

Esa noche lloro como no pensó que lo haría por alguien.

Un casi algo, alguien que pudo ser, alguien que tomó una parte de ella, pero no llegó a entregar algo.

Wow, con que así se sentía.

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Me rompieron el corazón y quería desahogarme, solo eso.

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