Parte Única

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Han pasado meses después de ingresar al Servicio Militar y KyungSoo ansiaba ver a JongIn; pero no como el oso lo hizo la vez pasada. Reía y reía de solo recordar el riesgo que corrió cuando su novio lo visitó en el cuarto de la base militar. Su noche fue demasiado corta para contarse todo lo sucedido.

Por su parte, no eran muchas novedades para desperdiciar el tiempo de oro que logró conseguir su chico. Dejó que JongIn relatara sus experiencias en el extranjero en orden cronológico, no sin antes besarse varias veces como signo de alegría y desespero. Sus ojos se iluminaban en cada palabra pronunciada y KyungSoo escuchaba atento asintiendo ligeramente sin perder el interés.

La sonrisa de JongIn se desvaneció de golpe al recordar esa noticia que lo atormentaba y que necesitaba contarle al acompañante de esa noche. KyungSoo lo sabía, su novio estaba triste y sus expresiones lo delataban...


—¿Qué pasa? —inició KyungSoo intentado ser cauteloso con sus palabras— ¿Por qué de repente estás alegre y ahora preocupado?


JongIn miraba el piso pensando en cómo decirle al pequeño lo que su empresa les ofreció. No es malo, pensaba, pero implicaba alejarse de su amor por largos periodos de tiempo, aunque no esté precisamente todos los días con él.

Después de un ligero suspiro decidió terminar con la pequeña frustración en el ambiente...


—KyungSoo, primero debes saber que siempre se vuelve a donde se inicia y yo pertenezco aquí contigo y con nuestros amigos.

—¿Por qué dices eso? Dime, JongIn, ¿qué está pasando?

—Nuestra empresa está realizando un proyecto para promocionar en el extranjero el poder que posee. En pocas palabras, Baekhyun, mi amigo Taemin, algunos compañero de otros grupos y yo... Estamos involucrados en un grupo ajeno a EXO.

—N-No entiendo. ¿De dónde salió esa idea?, ¿qué consiguen con eso? Tú... ¿Estuviste de acuerdo? ¿No pensaste en tu salud?

—¡CLARO QUE SÍ, CARIÑO! OBVIO PENSÉ EN MI SALUD —exclamó JongIn con cierto enojo sintiendo su cara arder por lo que había dicho— P-perdón, amor, estoy un poco estresado.

—S-sí. Ahora veo que esta situación te está consumiendo por dentro. ¿C-Cómo puedo ayudarte? ¿Necesitas que hable con alguien de la compañía para...?

—No, no. Tranquilo, mi amor, sé que no estaré solo. Puedo lidiar con esto, simplemente necesito más tiempo para reflexionar lo que acabo de aceptar.

—JongIn, me preocupa el esfuerzo físico que harás. Me preocupa demasiado tu salud. Al menos, ¿es temporal?

—No lo sé. Aún no se sabe el tiempo que durará ese proyecto. KyungSoo... —JongIn tomó las manos de su amado llevándolas a la altura de su rostro— Por favor, dime que estarás conmigo a pasear de todo lo que pueda suceder...

El chico de piel blanca aún no tenía las palabras para alivianar el corazón de su amor. También él sentía angustia y por si fuera poco, los celos inoportunos se hicieron presentes. KyungSoo se maldijo a sí mismo eliminando cualquier rastro de ese sentimiento que no venía al caso, lo primordial era sentir bien a JongIn.



—Por supuesto que estaré contigo. Promete que te cuidarás y no harás nada que ponga en riesgo tu cuerpo.

—Lo haré, mi vida —respondió el infiltrado besando los nudillos de KyungSoo repetidas veces— Me siento liberado y mejor ahora sabiendo que estás enterado de todo.


La tristeza se hizo presente por unos minutos, ambos se desahogaron de esos problemas jurando estar juntos en las dificultades y alegrías como en las típicas bodas. Luego de eso, siguieron los mimos y besos el resto de la noche sin recordar nada de lo dicho para el bien de los dos.

¡NO SON CELOS, JONGIN! [KaiSoo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora