No hay vuelta atrás

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Después de tomar los medicamentos y el café tráete de dormir pero Amber entró a mi habitación.

-Hola Lulu, veo que no se te a olvidado quien eres.

-¿A que te refieres?

-Tú mismo ya lo sabes. ¡Eres gay!

-¿Qué? No, no puede ser. ¿Enserio lo soy?

-Claro que sí Lulu, estoy feliz de que te acuerdes de eso, sigue así.

Se que nadie me quiere decir nada de mi porque quieren que trate de acordarme de todo yo solo pero a sido muy difícil, ¡me hubiera gustado saber antes que soy gay!

A la mañana siguiente me levanté temprano y me sentía muy sucio, no me había bañado hace como un año o mas bien desde que desperté no me había bañando, pero sabía que no lo podía hacer por mi cuenta y ya estaba cansado de que me limpiaran con un pañuelo húmedo que me dejaba con olor a bebe, así que pedí que una enfermera me bañara , pero de sorpresa entró Sehun.

-¿Estas listo compañero?

-¿Por qué tú?- susurré entre dientes. -¿Ya me has bañado antes?

-Si, me toco en dos o tres ocasiones.

Me sonrojé al escuchar eso.

Él me llevó a la tina que ya había preparado previamente, me levantó y me sentó en la taza del inodoro.

-¡Creo que ya te sabes quitar la bata solo!

-Si, no soy un bebé.

-Parece.- Rió.

La tina estaba al lado del inodoro y él me ayudo a entrar. Tomó una esponja y la llenó de jabón, después la empezó a fregar en mi espalda y hombros.
Estaba muy apenado por la situación.
Colocó unas gotas de shampoo en su mano y me masajeo el pelo para generar mucha espuma y esa espuma empezó a caer por mi frente y finalmente entro a mis ojos aunque solo un poco porque él la retiro rápidamente. De repente quedamos frente a frente, tuve el impulso de tirarle agua para que se retirara, tuvimos una pequeña guerra de agua, el término muy mojado y por fin me lavó el pelo terminando con el acondicionador. Sehun se quitó su camisa por lo mojada que estaba, me quedé contemplando su putamente perfecto abdomen y su blanca húmeda y deliciosa piel, me di cuenta como las gotas de agua resbalaban hacia su pantalón por su abdomen dejando un rastro de gotas más pequeñas entre su piel. En solo segundos atravesó una pierna adentró de la tina, dejando la mitad de su cuerpo adentró para lavarme más fácil. Respiré hondo conteniendo mis ganas de tomar sus caderas para que cayera en la tina y besarlo, respiré hondo una vez más para tener el valor de tomarlo por las caderas y arrastrarlo encima de mi, para besarnos y así fue, sentía una profunda alegría al tocar sus labios humedecidos por el agua, apoyé mis manos en su abdomen para sentir como se resbalaban por el agua y noté como el marcaba una sonrisa en sus finos labios mientras lo hacía. Luego sentía como me ahogaba, me sentía exausto, quería seguír pero mi cuerpo no daba más. Lamentaba mucho  como me sentía en ese momento, porque lo estaba disfrutando tanto. Sehun no se había dado cuenta hasta que comencé a tocer muy fuerte y dejó de besar mi cuello. Salió de la tina y se secó con una toalla, me sentía tan apenado por la situación, en verdad tenía muchas ganas de estar con él, no significa que no haya disfrutado cada segundo que lo besé, toqué y detallé. Él terminó de secarse, no pudo ponerse su ropa porque estaba muy mojada, desnudo me sacó de la tina y me sentó en la silla de ruedas. Me trataba de secar pero no podíamos evitar besarnos, en verdad teníamos muchas ganas de terminar lo que empezamos, pero yo sabía que mi cuerpo no estaba en condiciones, yo estaba muy débil. Me vistió con unos calzoncillos blancos y esta vez el tenía una bata azul celeste para mi recién lavada.

-¿Qué vas a hacer sigues desnudo?-le pregunté a Sehun conteniendo la risa, por la situación en la que se encontraba.

-En la habitación hay una ropa de enfermero, pero alguien se podría dar cuenta porque hay una ventanilla en la puerta.

-¿Quieres que vaya por ella?-le pregunté observando cómo temblaba del frío.

-Me gustaría pero te tendrías que levantar y estas muy débil.

Nos miramos un rato, él me miraba con tristeza.

-¡Lo intentaré!

Sehun me beso una última vez y salí del baño, encontré el armario donde se encontraba la ropa, lo abrí y vi los cajones altos donde estaba la ropa de enfermero, me llené de valor y me levanté pero de repente volví a caer sentado en la silla, deslizandome un poco hacia atrás, me acerqué de nuevo y me volví a parar, en verdad quería lograrlo, esta vez no me caí de inmediato en la silla, pude sostenerme un poco más, pero caí. Me volví a parar no dejada de decirme que lo tenía que lograr por Sehun, era la meta mas estúpida que me había propuesto desde que me desperté pero en ese momento era la más importante, sería más fuerte para Sehun, respiré hondo y me volví a parar, me sostuve de los cajones más bajos, ya mantenía el equilibrio, estiré mi brazo, abrí el cajón y empujé hacia el frente todo lo que había en el, lo logré, me sentí muy feliz.

Tomé la ropa del suelo y la llevé al baño, Sehun se sorprendió mucho al ver que lo había logrado y me besó.

Apenas se vistió me recostó en la camilla y se fue creo que feliz lo sentía, él estaba feliz al igual que yo, sentía que empezaba amarlo y no veía la hora de salir del hospital y ser más fuerte para estar con él.

Sueño profundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora