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Ya había amanecido, la luz del sol iluminaba cada rincón de la ciudad sin excepción, y en la escuela Kamome había un par de hermanos caminando por los pasillos de aquella escuela.

-¡Teru! ¡Por Dios! ¿Qué acaso no puedes esperarme un rato alguna vez? - Fueron las palabras molestas de cierto chico betas amarillas, como el sol.

- Jaja, eres muy lento "hermanito".- esta vez fue el mayor de los Minamoto quien tomó la palabra, con un tono burlón dirigido hacia el menor.

Pero justo cuando Kou iba a responderle, de un momento a otro, el rubio sintió un dolor agudo en la cabeza, tanto fue la molestia que había sentido como si algo hubiera perforado su cabeza.

Y extrañamente, le llegó una escena a la mente

En un abrir y cerrar de ojos se encontró en un lugar completamente diferente al que estaba antes, siendo que era de noche, estaba en medio de una calle, soltando lágrimas desbordadamente, aunque eso no era lo único que empapaba su cara, si no también la lluvia de la fría noche.

Se miró las manos un segundo, y lo primero que notó fue un color oscuro empapando sus palmas, mientras el olor fuerte a sangre se expandía en sus fosas nasales.

En su regazo y brazos se encontraba un chico de tez clara y cabello rosado, el mismo que tapaba delicadamente la mitad de su rostro.

Aquel joven poseía características muy finas, y su cuerpo se veía igual de delgado y ligero, tanto que parecía que con cualquier brusco movimiento iría a romperse.

El joven era muy lindo, pero no la situación en la que se encontraba, despues de todo, por el rostro del pelirrosa corrían pequeños hilos de sangre, hasta llegar a su barbilla, y terminar por caer en su sueter. Y no solo eso, sino que en la parte de abajo tenía rasmilladuras en las rodillas y piernas de las cuales salían pequeños chorros de sangre, y lo que más le preocupaba, su abdomen, del abdomen de aquel joven muchacho no paraba de salir abundantemente aquel liquido del cual sus manos estaban manchadas, y ahora también su ropa y la del contrario.

Él seguía llorando mientras en su rostro se formaba una mueca muerta, llena de dolor y angustia, sin el brillo característico de sus ojos adornandolos.

Kou estaba tan concentrado en la persona en frente suyo que no se dió cuenta de qué un auto estaba detrás de ellos, mientras su conductor bajaba con rapidez del móvil, con las luces altas de su carro alumbrando todo y haciendo que el charco de sangre que se estaba extendiendo desde el cuerpo del rosado hacia todos lados se viera espléndidamente angustiador.

Pronto se comenzaron a escuchar sirenas, "parecidas a las de la policía" pensó Kou, sin darse cuenta de que era el sonido de las patrullas cada vez más cerca de la escena, y lo que antes era solo una luz fuerte blanca, ahora se había convertido en luces blancas, rojas y azules gracias a la presencia de las fuerzas policiales.

Para cuándo la policía había llegado el cuerpo delgado ya no tenía pulso, dejando a un Kou depresivo en el suelo de la oscura calle, cuyo único lumbre eran las tenues luces de parqueo de los presentes y las de las calles.

El rubio trataba de que no lo apartaran del cadáver de ese joven muchacho, aferrándose como si no le importara que también el fuera a morir, siempre y cuando esté al lado del pelirrosado a quien al parecer apreciaba con el alma, pero extrañamente, del cual no recordaba ni el nombre.

De un momento a otro volvió a la realidad.

Cuando entró en aquel trance su hermano se asustó, después de todo, Kou había soltado un quejido desgarrador mientras agarraba su cabeza con fuerza, y cuando estaba por acercarse para ayudarle, Kou se había recuperado, pero no por completo, porque de su voz salían respiraciones pesadas, como si hubiera hecho un gran esfuerzo físico, sin contar el sudor que chorreaba por su frente, mientras en su cara se tatuaba una expresión de angustia y remordimiento.

Teru decidió que primero dejaría que su menor se tranquilizara, y luego, recién le preguntaría que era lo que había pasado.

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Ya habían pasado al rededor de 10 a 15 minutos desde el incidente de Kou y aquella "alucinación", puesto que sí, en ese tiempo había terminado de hablar con Teru sobre la situación, y si bien le contó lo que pasó, realmente no lo hizo a completos detalles, ya que no le pareció necesario, pero al final, terminaron por concluir que aquello solo había si do parte de la imaginación del menor, ya que justo unos dias antes vió, junto con algunos de sus amigos, una película que tenía una escena demasiado similar.

Ahora mismo el medio de los hermanos Minamoto se encontraba en camino a su clase, había ido un rato a la enfermería, y les mandó un mensaje a sus amigos de que le informaran al profesor su situación, para que él pudiera comprender, y así lo hicieron. Aunque, sobre el asunto de hace unos nimutos, realmente Kou no estaba demasiado convencido por ello, o sea, ¿por qué le pasaría eso solo por una tonta película? Y lo peor, si hubiera si do por esa cosa, al menos tendría sentido de que se hubiera "imaginado" esa escena con algún conocido, o con la persona a la que más quería en esos momentos, Yashiro Nene, aquella linda y tierna chica por la que ahora tenía sentimientos encontrados que no eran de hace mucho, unas dos semanas será?, bueno, pero aún no se los rebelaba.

Sin embargo, no fue nada de eso, aquel chico que se encontraba en sus brazos en esa alucinación, estaba cien por ciento seguro de que no lo había visto ni siquiera una vez en su vida, por lo que, no tenía nada de sentido haber visualizado a aquel joven en una situación tan estresante.

Kou solo quería seguir pensando en lo que había pasado, pero se dió cuenta de que ya se encontraba en frente de la puerta del salon de la materia que le tocaba ahora, así que de una vez decidió entrar.

El rubio primero tocó la puerta antes de entrar, anunciando su presencia, su profesor le dió pase para que pudiera ir a sentarse a su banco, y siguió con su explicación mientras seguía anotando en la pizarra el tema que estaban avanzando. Kou se fue a sentar, y no muy a lo lejos, vió a Yashiro junto con Amane a su lado, ambos saludandolo, les devolvió el saludo con un pequeño asentimiento, después de todo, esos dos eran sus mejores amigos en toda esa academia tan grande.

Al final, decidió prestar atención a lo explicado por el profesor, después de todo, eso le serviría para despejar su mente de la situación momentos antes, y dejar de preocuparse por ello, además, a penas comenzaban las clases, no quería angustiarse y malograrse lo que le quedaba de año, que por cierto, era mucho. Así que dejo el tema ahí, tal vez les contaría luego al par que estaba sentado junto en el receso.

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Holaa, he vuelto, pero no para hacer nada, si no para renovar esta cosa, más que nada vine para aclarar algunas cosas para que no se confundan, pero eso lo haré en el próximo capítulo, que será más que nada de aclaraciones, eso es todo por ahora, cuidense mucho, byee 🤸

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⏰ Última actualización: Sep 23 ⏰

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Un reencuentro inolvidable (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora