Hotel Dark Glow

Capítulo 5

                               •Kenoth•

—y si el niño llora, menguará la luna para hacerle una cunaaa♪♪

No piensen que soy rara, es que desde pequeña comencé a escuchar esa canción y pues… fue como una maldición porque nunca pude sacármela de la cabeza.

«¡¡Luna quiere ser maaadre y no encuentras creer que te haga mujer!!» ♪♪

Si si. Ya todos entendieron que nos gusta esa canción.

«Jeje lo siento»

Acababa de salir del baño después de una relajante ducha, mi cuerpo y cabello envueltos en una toalla.

Después de lo de Víctor no tenía idea de a dónde ir, pero después de pensar mucho (e ir después un poco más tarde a un restaurante a almorzar) di por decidido quedarme estos tres días en Dark Glow. Cabe recalcar que no fue una decisión muy fácil, ya que después de todo por lo que pase no cualquiera volvería siquiera a poner un pie por esas áreas porque literal, miren los puntos a espetar:

Uno: Sombra rara y misteriosa rondando por áreas cercanas al hotel.
Dos: Niña linda pero extraña que aparece y desaparece, y porta consigo un aura extraña.
Tres: Chico pelirrojo idiota que no conoce el espacio personal, sabe mi nombre y yo aquí que no tengo ni la más reputísima idea de cómo.
Cuatro: Este ni importancia tiene pero tenía que mencionarlo. Chico peliazul que me resulta curioso y no puedo sacármelo de la cabeza ¿cuál será la razón?.

«Fácil querida, hormonas. Te gustó el pitufo con ese aire misterioso que trae consigo»

¡Cállate! No es sólo eso, hay algo más pero no sé qué es.

«Ajá como tu digas»

Bueno en fin volviendo al tema. Después de darle tantas vueltas al asunto, decidí hospedarme estos tres días allí. Pero claro no volví al hotel tan pronto tome esa decisión, antes de eso pasé toda la tarde paseando por la ciudad, después de todo no paso mucho tiempo en Nashville y quería aprovechar mis días allí sin tener la tonta vigilancia de mi padre, sin mencionar que me ayudaría a despejar mi mente después de todo lo que pasó en la oficina.

Ya llegando como las seis de la tarde partí rumbo al hotel, no quería manejar de noche por esas áreas, no tomaría tal riesgo.

Si soy sincera, lo primero que pasó por mi mente fue encontrarme con Lis o alguno de los personajes que conocí o vi allí pero extrañamente no me encontré con nadie, el hotel estaba desierto. Excepto por el señor de la recepción al cual le pagué mi estadía para los próximos tres días aquí. Y bueno aquí estoy, este ya es mi segundo día aquí y no vi mejor forma de comenzarlo que con un relajante baño.

Aún envuelta en la toalla blanca me senté en la cama tomando mi celular. Este tenía cinco mensajes recientes de Nicaia:

Caia:

¡Lo siento, lo siento, lo siento!

10:13am.

Pero lo bueno es que te tengo una interesante historia.

10:13am.