En una sola mirada, todo cambió. Ese bastón, al principio percibido como odioso, se convirtió en el hilo que tejía nuestro hechizo de amor. Puede sonar increíble, pero cuando nuestras manos se tocaban, el cielo y el infierno danzaban en sincronía.
F...
Siempre me han gustado los números pares, los impares me incomodan y mis días favoritos son los martes, es extraño comparando que martes parece ser un número impar. Realmente no lo entiendo, también me gustaban los miércoles porque sabía que el miércoles la veía en clases, el lunes igual pero los miércoles tenia mas tiempo para estar con ella en ese salón. Los impares me dan miedo, ¿Ya lo mencioné verdad?
Delante de mi se hallaba la jueza que condenaría a quien creí podría ser el amor de mi vida alguna vez, el aun no entraba y este asiento estaba tan frio, la gente iba entrando de apoco... David estaba sentado a mi lado derecho, mi abuela al izquierdo, uno de los guardias se acercó hacia mí para entregarme una pequeña nota que dude en tomar, pero la mano insistente de aquel hombre me obligo a hacerlo.
— ¿Qué es? —pregunto David, desdoble aquel pedazo de papel para encontrarme con una pequeña carta.
"Lamento muchísimo todo lo que he hecho, he actuado de forma inconsciente y no medí todo lo que podía suceder, estaba tan enfermo de celos que arruine toda mi vida y parte de la tuya, lo lamento tanto. Pero prometo que no te volveré a lastimar, no a ti."
Firmaba con el nombre de Nick, su horrible caligrafía me hizo imaginar que escribió esto al borde de las lágrimas, estaba arrepentido, pero debía pagar por todo lo que ha hecho. David negó con la cabeza y tomo aquel papel de mis manos para luego guardarlo en su bolsillo, él no lo quería cerca mío, ni un solo segundo. Reconocí entre la gente al abogado que defendía a Nick, era uno bueno, ya lo había sacado de varios problemas legales, pero quiero imaginar que de este no se saldría para nada.
La jueza entro a la sala y con un pequeño golpe en su madera todo el mundo se calló. Frente a mis ojos entraba el muchacho que era culpable de que todo esto sucediera, sus ojos estaban rojos de tanto llorar, su cabello desarreglado y esa ropa naranja que no combinaba con él. Me miro por una milésima de segundo, el tiempo se detuvo en ese momento que sus ojos miraron los míos, todo paso tan rápido que nunca me imagine estar en esta situación tan desastrosa. Respiré profundo y una sonrisa pequeña se formo en los labios finos de Nick, pero luego desaparecieron cuando el tiempo volvió a tomar su rumbo.
—Bienvenido a todos, comenzamos con el juicio.
Las palabras fueron tan extrañas, mi corazón estaba dando pequeños saltos de miedo y aunque lo único que necesitaba era ver a Wilhemina, creí que ella estaría aquí, pero no era así. O eso creía. El juicio tomo su rumbo, me acerque a declarar, pero había algo que no tenia en cuenta y es que Nick tenia un as bajo la manga y era uno que iba a destruirme a mi o Venable.
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En el receso que dan para comer y planear la estrategia, fui llamada para hablar a solas con Nick, él lo pidió durante el proceso y se lo concedieron, no iba a ir hasta que David me pidió que lo haga, a lo mejor era algo importante. El pasillo de tribunales era color madera caoba, uno extenso a mi lado tenía la compañía de un guardia quien se quedaría en la puerta atento a todo, por si algo llega a salir mal. En mi cabeza resonaba esa maldita canción que a mi al principio me gusto, pero ya estaba volviéndome loca.
