Relatos Cortos

Perfectamente Imperfecta

Caminando por los pasillos de la vida, desolada y sin posible razón de creer en aquello que llaman amor. Mis pensamientos me llevaron a quedarme en la olvidada ciudad de Dios y ver a los demás ser alguien por mis esfuerzos. Siento como mis huesos se pudren poco a poco y mis sentimientos se agrietan con el tiempo.

Había dejado de luchar aun si me esforzara no llegaría a nada. Ya estaba lista para rendirme y dejar de ser visible, la oscuridad había tomado todo de mi. Sin esperarlo una pequeña luz comenzó a nacer en mis manos. No voy a negar el miedo que sentí al sostener algo tan pequeño en mi regazo.

Empecé a regarla, como algo rutinario sin mostrarle mis sentimientos, aún con la espera de que tarde o temprano desaparezca. Me sentí tentada a expresarle mi amor, pero ¿cómo expresar algo que nunca he sentido?, ¿me arriesgaría a darle algo que no se que es?

Busqué libros, cuentos y relatos que hablaran de amor, cuál materia de universidad le mostré el amor a mi luz, para que fuese perfecta en el mismo. Su conocimiento crecía, pero nunca le enseñe cómo expresarlo, mi luz iba conmigo y la veía sin defectos, si mostraba imperfección le corregía. Mostraba mi luz como la mejor del universo, sin embargo en secreto tenía la oscuridad en mi bolsillo.

Creía que todo iba bien, que lo que había enseñado era real. Hasta el momento pensé que ya era independiente, oh qué grave error! Ella comenzó a enfermarse y perder su brillo con los días, poco a poco perdía su valor. Ahí me di cuenta que el amor es egoísta y horrible, pero también arriesgado. Quería que mi luz fuese perfecta, sin embargo me olvide de intentar y caer en el amor juntos. Me arrepentí tanto de lo que hice.

En mi momento de dolor, la oscuridad aprovecho para ensancharse hasta quedar poco espacio entre nosotros. Con mi tristeza y decepción, pelee y rasguñe como pude la oscuridad, con tal de que no se la llevara. En mis últimos trazos de aliento, le pedí perdón entre lágrimas y allí entendí que mi luz era perfecta aún con aquellos defectos que me empeñe en corregir. Ella había sido perfectamente imperfecta para mi!