¿¡Cómo volví a caer de nuevo en sus engaños!?
La enana era tramposa y manipuladora. Solo un par de besos, caricias y sus infaltables niñerias me hicieron cambiar de opinión.
—¡Hey!—Gruñe golpeando mi hombro.
—Mi auto... Mis reglas—Le recuerdo, bajando por décima vez el volumen al reproductor del auto.
—Mis labios... Mis reglas— contra ataca, de la forma más cruel posible.
Regreso la vista al camino, me es imposible discutir con tan buena lógica. Honestamente es un poco cruel al jugar conmigo de esa manera, usar sus labios como arma, hacer conmigo lo que se le dé la gana.
—Eres cruel— Suelto todo lo que siento, sin ningún tipo de remordimiento— Demasiado, para ser tan pequeña.
—Lo sé, nené. Lo sé— Juega con su cabello posando toda su atención en mí.
Su mirada es intensa, curiosa y analítica. Por primera vez en mi vida me siento intimidado, siento nervios y ansiedad al estar a solas con una chica. Le observo por unos segundos, aún está en pijama, una muy rosa. ¡Joder! Necesito que algún sonido salga de su boca, necesito que atormente mi poca estabilidad, que me lleve al límite de mis emociones y me haga sentir vivo.
—Me gusta lo que hiciste con tu cabello— Me atrevo a hablar.
Por supuesto, soy sincero. El negro y blanco ha desparecido por completo, dándole paso a un verde azulado.
Honestamente no estaba seguro el color exacto de su cabello. Pero si de algo estaba seguro era de lo hermosa que se veía.
—¿¡En serio!?— Se gira sorprendida en mi dirección— Siempre pensé que te gustaban las rubias.
—Jamas haz sido rubia— Contesto con simpleza.
—Si, pero...
—Siempre he estado enamorado de ti...—confieso—De tu pequeño cuerpo, de tu incontrolable boca, de tu ojos, de la forma en que sonríes , lo inestable, temperamental y...
—¡Que exagerado!— Sonríe interrumpiendo tan memorable discurso.
—No te rías. Ésto es en serio— Le regaño— Quiero que me veas como yo te veo a tí.
—¿¡Y éso... como es!?
La confusión en su rostro es ese pedazo de alegría que le hacía falta a mi terrorífico día.
—Como la cosita más importante en esté pedazo de mierda, al cual llamamos universo— Admito sin remordimiento— ...La persona por la cuál sacrificaría mi cuerpo y alma...
—¿Pedazo de mierda?— Cuestiona con una sonrisa— Vaya, estás muy obsesionado conmigo.
Mi mente queda en blanco ante su raro sentido del humor. Sin embargo, me sorprende como sus mejillas se tornan de un color carmesí, como usa sus chistes como escapatoria ante los evidentes nervios que experimenta ante mi inusual confesión.
—Quien se hubiese imaginado que lograría ese efecto en ti...
El sonido de su celular le impide continuar. Me inquieta lo serena y tranquila que se comporta, en como las comisuras de sus labios se elevan en una amplia sonrisa.
Solo hay una persona por la cuál ella actúa así, solo existe un maldito infeliz que le hace Sonreír de esa manera tan dulce, tan hermosa...
—Vamos en camino— su voz cambia. Es una voz dulce, cariñosa— Iremos a verte...— Me molesta tanta emoción, tanta alegría y euforia—... ¿¡Qué dices!?, ¿¡Porque dices eso , Gyeomie!?— poco a poco notó como el volumen de su voz disminuye— JaeBum... Él... Sé lo he pedido... Estoy preocupada.. ¡con un Carajos!...— Me molesta que su voz tiemble, que las palabras salgan atropelladas—... A la mierda... Eso me gano por preocuparme por un idiota como tú...—Grita al otro lado de la pantalla, Su última oración me deja sin aliento.—Si, Iré a follar con JaeBum toda la puta noche.
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Beautiful Love - Im JaeBum
Fiksi Penggemar«*-Necesitaba verte. Sentirte, besarte, tocarte. La lista es muy larga, Cielo.
