𝗖𝗮𝗻'𝘁 𝘀𝗮𝘃𝗲 𝗺𝗲 𝗻𝗼𝘄.

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Recomendado para mayores +18.
Leer bajo discreción.





En un mundo en donde habitan flores marchitas, sueños rotos y la soledad inminente, nace la historia de dos chicos, que permanecían vivos de cuerpo, pero muertos en su alma.

Dos seres humanos que se brindaron amor hasta el último suspiro, y que murieron juntos, como el destino desde un principio lo dictaba.

Eran días calurosos por el verano. Las personas solían salir de sus casas para divertirse a la luz del sol, pero, dentro de una habitación oscura, se encontraban ellos dos.

No festejaban, lloraban. Pues no tenían suficientes motivos para ser felices; porque la vida no era lo que los adultos les contaron de pequeños, no era un lugar de bonitas fantasías que albergaba los anhelos de la gente y los convertía en realidad. No era un lugar en donde el sol les incentivara a disfrutar y ver algo positivo en ello. En cambio, era una llovizna eterna la que les hundía el alma en la profundidad de la soledad y el vacío emocional.

Taehyung estaba herido. Vagaba sin rumbo fijo, con miedo del futuro, repudiando su pasado, sin una pizca de esperanza en poder salir de la depresión y la ansiedad que lo arrastraba. Estaba nervioso, no se sentía preparado para lo que creía que se avecinaba; un gran atasco en su vida. Pero su corazón le pedía alivio, tranquilidad, paz.

Jungkook, él estaba perdido, dolido, lleno de remordimiento. Con las manos magulladas por el pánico que lo atormentaba e intentaba calmar, con ganas inmensas de desahogarse. Cansado de reprimir tanto rencor y odio por su propia vida. En una constante busca de su felicidad, de una salida. Intentando encontrar un modo efectivo de liberarse y escapar de su pasado tortuoso.

Estaban cayendo, lentamente. Y aunque eran diferentes el uno del otro en todo aspecto, había algo que tenían en común; querían una salida, esa era la muerte. Sin embargo, jamás lo mencionaban, siquiera lo aceptaban. Pero sabían que no eran lo suficientemente fuertes para abarcar lo que el mundo conllevaba. Era un laberinto sin salida y ellos estaban atrapados, ¿lo peor? Dentro de sus cuerpos, dentro de sus mentes e incluso, estaban atrapados en el amor profundo que ambos se proclamaban.

Porque compartían una fuente lamentable de dolor y se comunicaban a través de ella. Lograban sobrellevarlo fundiéndose el uno en el otro, mientras se consolaban pacientemente. Pero no buscaban la forma de salir...

Sufrían separados, pero también sufrían y se complementaban juntos, porque el dolor además de el amor, los mantenía unidos. Eran débiles, sus corazones estaban deteriorados, pero amandose, cualquier cosa se podría sobrellevar mejor. Sin embargo, no era suficiente.

Permanecían en una burbuja; ninguno buscaba realmente una solución, no se permitían avanzar.

Para Taehyung tampoco era suficiente. Él seguía sintiéndose solo y defraudado, olvidado por el mundo y las personas.

Jungkook simplemente no tenía fuerzas para marcharse o hacer algo al respecto.

Querían ser salvados por el otro, pero ellos mismos no podían salvarse así mismos, no sabían como, entonces sufrían y ahí se quedaban. Estaban estancados.

Hasta que un día, Taehyung decidió actuar. Ya no lo soportaba, su desesperación lo estaba ahorillando a una decisión que siempre pensó en tomar, pero que nunca aceptó o creyó que realmente llevaría a cabo.

Estaba cansado de tener que aferrarse cuando sólo quería librarse. No del amor, sino del dolor que les consumía porque para él, sí seguian juntos, nunca iban a poder mejorar. Porque se hallaban acostumbrados, en la monotonía, enjaulados, miserables y muertos en vida.

𝗕𝗿𝗶𝗻𝗴 𝗧𝗵𝗲 𝗣𝗮𝗶𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora