Introducción

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Micrófonos submarinos (hidrófonos) estratégicamente colocados en el oceano pacífico con un propósito militar en durante la guerra fría, ahora utilizados con objetivos científicos de escucha en las profundidades, permiten el estudio de grandes cetáceos, detección temprana de anomalías como terremotos o volcanes submarinos, deslizamientos de hielo de la antartida o fractura de un gran iceberg y cualquier objeto de tamaño considerable que pudiese circular bajo el gran oceano.

El sonido es captado por el hidrófono, éstos pasan a través de un circuito que los analiza en tiempo real y puede estimarse su naturaleza: si son cetáceos o si son ruidos procedentes de un barco, por ejemplo. De esta forma es posible entender la interacción entre los sonidos artificiales y los biológicos.

Equipos especializados de oceanógrafos constantemente analizan estos registros sonoros y pueden brindar información valiosa para estudios científicos.

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