Capitulo 129

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Lara.


Y así era otro fin de semana caótico en mi vida, huyendo del pasado.

Me levante el sábado como siempre despertaba después de que ocurrían cosas así, con jaqueca.

No quería salir de la cama, por el correo nos llegó otra felicitación de la empresa y además decía que el lunes era libre.

Mi primer día libre del trabajo. Hice mi rutina de fin de semana y hable con mis padres y hermanos.

No les conté nada de la moto, ni de que me había conseguido con alguien de pasado. Me serví en café más cargado y puro mientras me sentaba a hablar con mis padres.

Mi padre no había tenido otra recaída con su salud. Se encontraba bien y eso me alegraba la mañana al menos.

Anastasia todavía no despertaba. Era la bella durmiente aun. Le escribí a Adriana a ver como había terminado la fiesta y para saber de ella. De seguro ella también estaría en un profundo sueño. Yo era la única que se despertaba temprano.

Abrí los grandes ventanales y me senté en el sofá, de la nada se escuchó unos gritos de pelea en el apartamento de al lado. Me asome despacio, no era nada mas y nada menos que Santiago y Jhon discutiendo.

La cosa se estaba poniendo más tensa cuando Jhon tomo a Santiago por la camisa y se comenzaron a empujar. Como era posible que con tanto escándalo aun Anastasia no se despertará?

Espero unos minutos a ver si la cosa se calmaba pero se puso peor. Decidí interferir. Los balcones de nuestros apartamentos quedaban muy cerca, lo adecuado para saltar del uno a otro. Utilice mis mejores técnicas para saltar, tampoco es que fuera tan arriesgado.

Ellos estaban tan sumergidos en su pelea que ni se dieron cuenta que estaba al frente. Santiago le iba a dar un puñetazo a Luke, así que los separe.

−Ya basta.- dije lo más alto posible.

−Vete a meter en tus asuntos Lara.- Santiago estaba aún más serio, pude sentir su olor de alcohol del día anterior. No me había percatado que tenia el mismo traje.


Será que venia llegando a penas?

−Tienes que dejar de ser tan idiota Santiago, dejar de pensar en mujeres y madurar de una maldita vez.- grito Jhon.

−De que hablas? Si resolví el primer día consiguiendo trabajo, pero como andas tan pendiente de otras cosas y no de lo que de verdad importa.- no sabia cuanto tiempo iba poder con tenerlos. Eran dos hombres con más fuerza y masa muscular y mucho más altos que yo.

Santiago se abalanzó, pero no llego lo suficiente a Jhon.

−Jhon ya basta.- todos volteamos.

Era Anastasia con su cabello desarreglo y una bata de dormir.

Jhon hizo caso al llamado de Anastasia, era la única que lo podía calmar, salió desde el apartamento, a encontrarse con Anastasia en el pasillo.

−Creo que es tu pasatiempo favorito cagarla con las personas que quieres no?- Santiago me dio su cara de pocos amigos.

−Y el tuyo es siempre ser metiche.- aun así no se movió de su lugar y se quedó observándome.

−Yo se que no soy buena para esto y menos la indicada. Pero si necesitas hablar de tus tonterías. Te puedo escuchar si quieres.-

Santiago me siguió observando y le quería quitar esa cara de idiota que tenia.

−Ahora no hablas?.-

Me sentía una TONTA. No sabia porque quería hacer ahora de confidente.

−Estoy analizando tu propuesta.- se acercó más.

Era una combinación de alcohol con perfume y cigarros.

−Nunca hablaría contigo de mis problemas patito. -

−Como quieras idiota.- salí del apartamento por la puerta.

Jhon y Anastasia ya no estaban. Mi amiga se había ido en pijamas.

La locura que hace el amor.

−Espera patito.- voltee.

Siempre que decía "espera" era para un comentario estúpido.

−Ya rechazaste mi invitación a hablar. No me hace falta que lo vuelvas a decir.-

Camino unos pasos y se paró a mitad del pasillo.

−No quiero hablar de mis problemas, pero por lo menos necesito compañía para fumar unos cigarrillos.- saco la caja.

Yo me acerqué y la tomé.

Me reí. Lo mire a sus ojos azules y su cabello aun mas de peinado que el día anterior. Su camisa de gala se veían igual de perfecta que ayer pero con algunos botones abiertos. Pase mi mano por los botones de la camisa.

Levante mi vista.

Santiago tembló a mi tacto y su respiración se acelero.

−Nunca compartiría cigarro contigo.- le lance la caja en la cara y entre en mi apartamento.

Aléjate o déjate llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora