12 - Entrenamiento infernal

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!¿Como se te ocurre eso hijo?!

Mamá, el 80% de los hombres de Londres lo harán y tal vez el 95% de toda la población británica.

¿Y que induce a ti a hacer lo mismo? ¿defender a la nación? ¿Patriotismo? ¿Lealtad al Rey? - preguntó.

Por favor mamá. Como si me importara una persona que tiene un número como apellido.

¿Entonces?

Quiero ser como el abuelo Gallder.

Mi abuelo fue voluntario en la guerra franco-prusiana mas de 40 años antes. Y en momentos de extremo peligro, tomó su rifle y disparó a los prusianos.

Gallder Olin Bergansvick, mi abuelo, nació en Oslo, Noruega, en 1837. Emigró a Inglaterra con sus padres a los 8 años en 1845. En Manchester conoció a mi abuela, kelly. Se casaron en 1873. Tres años después, en 1876 nació su primera y única hija; Mary Bergansvick. Mi madre. Mas tarde en los últimos años de su vida, le enseñó a pintar. Era un verdadero maestro en el arte del Rosemaling, una técnica de pintura noruega famosa a finales del siglo XIX.

Murió de polio en 1898, a los 61 años.

Mama se echó a reír sarcásticamente.

Mamá...lo haré. Además, mi trabajo no es el mejor del mundo.

Bueno. Creo que no puedo cambiar tu decisión. Escribe una carta a tu padre. Está en las costas de Uruguay y volverá a Inglaterra en 4 semanas.

De acuerdo ma.

Me despedí de todos.

Elizabeth me dio el viejo violín que mi padre me había regalado hace más de 10 años. Subí a mi bicicleta y fui a mi apartamento sin mas dilación.

Llegué.

Subí las escaleras. Le escribí una carta a mi padre y me fui a la cama

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Me desperté muy temprano en la mañana siguiente. Fui a King's Cross y tomé el tren de las siete para ir al West End, en donde había varios puestos para alistarse.

Algunas personas estaban vendiendo periódicos en la estación. Era oficial, Inglaterra, y sus colonias de Australia, Nueva Zelanda, Canadá e India, de estaban en guerra con Alemania y sus demás aliados.

Llegué al West End. había innumerables puestos militares en un edificio.

Fui a uno pero lastimosamente estaba atiborrado por personas. Había mas de tres filas de aproximadamente cuarenta metros de largo cada una.

Estuve en la fila por casi una hora y Media. Comencé a preguntarme si realmente aquello valía la pena.

Llegó mi turno.

Buenos días. ¿Nombre? - me preguntó un hombre robusto sentado en una pequeña mesa de color ocre.

Matthew William Thompson.

Comenzó a escribir.

¿edad? - preguntó.

23 años.

Continuó así por unos minutos.

Bien señor Thompson - dijo con un ligero acento Galés - Firme aquí. Después debe ir a la oficina 27 en segundo piso para que le firmen este papel. Después de eso le darán otras indicaciones.

Gracias señor.

A cada hombre le asignaban una oficina distinta en el edificio.

Fui a las escalera y también estaba infestada por hombres que, como yo, deseaban ansiosamente tener la posibilidad de ingresar a las filas del ejercito.

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