¡¿La Nerd Es Espia?!

Capítulo 2 ⸙

–¿Paul?– al darme vuelta noté su presencia cansada, por lo que sé que estaba corriendo–¿qué pasa?

–Oye, quería encontrarme a Lili contigo- dijo simple.

–¿Qué te tres con ella? Eh– golpeé mi brazo con el suyo jugatonamente y vi que se sonrojaba levemente.

–¿Q-Qué? N-Nada– tartamudeo rascándose la nuca y me reí despacio.

–Ya, lo que sea– le dije con burla y rode los ojos.

–Ajá... ¿Y que traes ahí?– dijo apuntando los cuadernos que traía en mis brazos.

–Son los deberes que me mandaron los chicos, ya sabes– me encogí de hombros.

–Dejame llevar al menos la mitad...– agarró un poco más de la mitad de los cuadernos.

–¿A que se debe eso?– pregunté por su repentina generosidad.

–No lo sé, tal vez no me dejas tanto trabajo luego de esto– me respondió tímidamente.

–Ni lo creas, amigo– solté con burla mientras seguía mi camino

Paul es mi mejor amigo, él también es un espía por si no lo notaron. Desde pequeños que nos conocemos y el realmente me ayuda, aconseja y tranquiliza cuando estoy en momentos de bajón o simplemente me encuentro desanimada, yo también estoy a toda disposición si lo necesita, haría lo que fuera por él, es como un hermano para mí y Marcos.

–¡Ahí estaban! ¡Chicos!– escuché como alguien corría detrás nuestro, cuando nos dimos la vuelta Lila ya estaba saltando encima nuestro.

–¡Lila!– exclame consternada y la abracé como pude.

–Tanto tiempo– me miro de arriba a abajo sacándose una lágrima imaginaria, para después abrazar a Paul como saludo.

Paul y Lila se abrazaron por un par de minutos más de lo planeado, dejándome ahí... pensando en la vida.

–Cómo que ya esta ¿no?– les dije impaciente y se separaron rápidamente con un ligero rubor–son tan obvios...– susurre para mi misma.

–Mejor vamos a la cafetería, ya comenzo la hora de descando desde hace rato– dijo Paul mirando el suelo como si fuera la cosa más interesante del mundo.

–Si cierto, tengo hambre– le apoyo Lila, yo solo me limité a rodar los ojos con burla mientras me dirigía a la cafetería.

Llegamos a la cafetería cuando la mayor parte de lugares cómodos estaban llenos, sin embargo, encontramos un lugar un tanto apartado del ajetreo y nos quedamos ahí. Hablábamos animadamente de lo que hicimos en las vacaciones hasta que me llegó un llamada de la agencia; respondí rápidamente.

Llamada.

–¿Diga?–

–Hola Beb, quería pedirte un favor– escuche la nerviosa voz de Alejandra, la asistente del jefe.

–Si claro, lo que sea– dije tranquila.

–Necesito que le digas a Marcos que venga de inmediato para acá– me dijo y me quedé desconcertada.

–¿Qué? Sabes que no puedo, es muy difícil para que yo pueda acercarme y...–

–Es muy importante, en serio.–

–¿Por qué no lo llaman a él?–

–Ya lo intenté pero no contesta, tiene el mal hábito de dejar en silencio su celular.

–¿No pueden esperar a que salgamos del coleg...?–

–Creo que tiene que ver con Simón Lox– me volvió a interrumpir pero esta vez me quedé congelada en mi lugar– al parecer Marcos tiene información de su última misión que podría servir.–