Una charla con amigos

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A toda velocidad conduce el asesino, en su auto rojo que reluce cual rubí, esta abrazando a su amado con un brazo libre mientras que con una mano mantiene el volante. El fresco viento que choca contra su rostro de tela le es refrescante y acompañado de la vista cual un día soleado que le sonríe alegremente, es aún más perfecto

Sus ropas habían cambiado, Tulio tenia una camiza celeste de manga corta y jeans con zapatos marrones elegantes mientras que la vestimenta que Juan Carlos llevaba estaba intacta, su clasico sueter rallado

—Te amo...Te amo tanto— Le dice Bodoque acurrucado a su lado
—No se que haría sin ti...—

—Yo también, amor— Responde dulcemente
—Yo también—

—No puedo esperar para volver a casa contigo— Confieza Juan Carlos sumiso
—Soy el conejo más afortunado de tenerte a mi lado, jamás pensé que pudiera ser tan feliz como ahora—

—Pues pensaste mal, jeje— Responde Tulio bromista

—Jajaja...Te amo muchisimo y se que tu también lo haces— Le repite Juan Carlos

—Claro que sí, pastelito de merengue— Responde Tulio meloso

—Me alegra muchisimo, espero qué vuelvas hacerlo, mi peluchito— Confiesa Bodoque

Tulio lo mira sin entender pero su sonrisa no desaparece
—¿Volver hacerlo, mi cerezita? ¿A que te refieres?—

—Matar~— Canta Bodoque en su oido

Triviño iba a responder pero de golpe la memoria de cuando se miró con remordimiento sus manos ensangretadas le llega a la cabeza, extrañamente acompañados por un murmullo intendible en su otro oido haciendo que su sonrisa se vuelva debil e insegura

—E..No lo se amor, no hay razones claras y...¿Matar porque sí?— Cuestiona Tulio confundido
—Bueno, mi familia al menos la conocía pero...¿Completos extraños?—

—¿Como que porque si? ¡Porque es maravilloso! ¿Acaso tu no lo sentiste así?— Pregunta Bodoque

—Si...lo sentí pero es porque estoy loco en cambio tu- — Tulio se da cuenta de algo, ve asombrado a su pareja
—¿También estas loco?—

—Creo que sí— Responde con un tono simple
—Puede ser porque estoy muy loco de amor~—

La preocupación de Tulio desaparecen, se vuelve sumergido en su felicidad de nuevo

—Oh, Don Juan~ me asustas~— Le contesta Triviño juguetón
—Jajaja—

—Jajaja, ya ¿Tortita, puedo prender la radio por un rato?— Pregunta tiernamente Juan Carlos

—Claro, bebe—

Bodoque no se aleja mucho, solo estira su brazo y con un botón prende la música, una balada de amor genuina

—Son pololos~— Cantaba la radio a todo volumen

Triviño y Bodoque se acurrucaron juntos, viendo desde sus acientos el horizonte soleado, desde el cielo azul hasta los prados mas verdes en la tierra, se sentían tan vivos, la gran sensación de libertad los deleitable a los dos

Triviño y Bodoque se acurrucaron juntos, viendo desde sus acientos el horizonte soleado, desde el cielo azul hasta los prados mas verdes en la tierra, se sentían tan vivos, la gran sensación de libertad los deleitable a los dos

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mσnσlσcσ||31 Minutos (Tudoque)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora