Leónidas

4. 0% Foxxo industries

Al final del día, tome lo que me habían regalado, lo guarde en el refrigerador y solo me pasé el rato mirando televisión en mi habitación.

Creo que mis padres sabían de lo de Foxxo, con el fin de volver a ser amigos después de tantos años, pero no lo se, ha pasado mucho y nuestra enemistad crece.

Apagué la televisión y solo comencé a sacar cosas de mi maleta, fotos de mi familia, peluches y juguetes, cosas de mi infancia que atesoro con mucho amor, y decidí tomar una baño antes de cenar.

Se que puede sonar algo vulgar, pero no hay nada mas que me guste que estar desnudo, no lo se, es solo que me gusta estar así, desde que era niño era así, una vez cuándo tenía 5 años y mi abuela trajo a sus "amigas", por lo que escuché, solo me vieron correr alrededor de ellas mientras gritaban y mi abuela reía.

Lo sigo asiendo, pero ahora uso una bata con mi nombre. Me puse a tocar piano, pues es algo que me relaja y deja que mi mente fluya, me hace sentir que soy parte de algo grande que aun no entiendo.

Al momento tocaron a mi puerta, era Celia.

— señor, ¿ desea cenar?.

Acepte, tenía hambre y casi no había comido nada en todo el día desde que llegue.

Al llegar se me sirvió un plato de carne, y papas, se me sirvió la zanahoria de Debbita, como dije, no soy fan de comer zanahoria, pero si que estaba rica.

Al terminar de comer, me cepillé mis dientes, me quité mi bata y me dormí, no hay nada mas delicioso que dormir desnudo.

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Al día siguiente, me desperté con mi clásica melena destrozada y alborotada, y con lo que todo hombre amanece, lo bueno es que mis sábanas me cubren, jeje.

Al bajar a desayunar se me sirvió una pila de tortillas, bacon con huevos, jugo de piña y una manzana. Todo estaba delicioso.

— iré a hacer las compras al supermercado señor — dijo Celia con una canasta en su brazo.

— ¡NO! — dije yo muy alarmado, lo cual provocó que Gustavo entrara a la cocina.

— ¿ ocurre algo señor? — dijo Gustavo alarmado.

—¿ah? ¡oh! No, es solo que, no compraremos nada que sea de la compañía de Foxxo.

— pero señor, ¿ cómo tendremos lo básico? — preguntó Celia

— descuida, haré un encargo mensual a malwart para qué nos traigan los víveres de ese mes, de esa manera no tendrás que comprarle nada a Foxxo, si ya compraste algo de Foxxo, no importa lo gastamos, pero no se comprará nada de él, amenos que sea absolutamente necesario.

Una vez echo el anuncio, le informe a Aurora de la norma, una vez concluido con eso, pasé a llamar a malwart para los envíos, me dijeron que llegaría un mensajero mañana o el día siguiente con los que se pediría ese mes y así sería una semana antes del final de cada mes.

Luego de eso tome una ducha, se sentía refrescante el agua en mi melena y pelaje luego de un día tan largo como ayer.

Al mediodía, el contratista me llamo, dijo que ya habían traído las luces y las cosas que faltaban en el teatro, si todo salía bien hoy, el teatro podía ser usado en una semana para el concierto, me muero de ganas de invitar a todos a mi concierto.