Angie
⚠ ADVERTENCIA ⚠ CAPÍTULO NO APTO PARA MENORES DE 16 AÑOS.
-Necesito estar dentro de ti —susurró Dennis en mi oído mientras besaba a lo largo de mi mandíbula y deslizaba sus manos debajo de mi camiseta de tirantes.—Bien —le contesté, tratando de alcanzar su camisa y tirando de ella por encima de su cabeza. Él se rió y levantó las manos para que me fuera más fácil, después me quité la parte de arriba también.
—Maldita sea, han crecido desde que me fui —murmuró, ahuecando cada uno de mis pechos en sus manos—. ¿Hay... leche en ellos ya? —preguntó.
—No —me reí.
—Estoy tratando muy duro de no ser un hombre sobre esto, pero no puedo evitarlo. Estoy jodidamente emocionado al respecto —admitió ante mirándome a través de sus pestañas mientras ponía un pezón en su boca.
—Oh —gemí y agarré su cabeza para mantenerlo allí. De alguna manera, se habían puesto aún más sensibles. Con cada tirón de su boca, mi clítoris palpitaba. Era como si hubiera una línea directa entre ambos.
—Quitemos esas bragas —dijo Dennis con la boca llena mientras tiraba de mis bragas. Me relajé y las deslicé hacia abajo con su ayuda. Él dejó de chupar un pezón sólo para ir al otro.
—Mierda —gruñó, deslizando un dedo dentro de mí—. Estás mojada. Siempre tan húmeda y lista.
Alcancé su hebilla y comencé a desabrochar sus vaqueros. Yo quería que estuviera desnudo también.
—Todavía no —dijo, moviéndome de su regazo, y recostándome en el sofá—. Necesito probarte.
Lo observé mientras empujaba mis piernas y bajaba la cabeza para lamer justo a través del centro de mis pliegues.
—¡Oh Dios! ¡Dennis! —grité, levantando mis caderas para estar más cerca de su boca. La barra se deslizó sobre mi clítoris mientras él lo tiraba contra mi yema hinchada, una y otra vez. Me volvía loca.
—Me encanta cuando te retuerces —dijo con una sonrisa maliciosa. A mí me encantaba cuando él me hacía retorcer.
Su dedo se deslizó en mi calor mientras él continuaba la tortura en mi clítoris con el piercing de su lengua. Ese hombre sexy y salvaje era mío. Era difícil de entender a veces, pero yo estaba tan contenta de haberme presentado en su puerta hacía cuatro meses.
Se puso de pie y empujó sus pantalones y calzoncillos boxer hasta salir de ellos. Me miró a los ojos. Era hermoso. Dejé que mis ojos recorrieran su cuerpo. Nada podía hacerlo más perfecto. Excepto... —¿Dennis?
—¿Sí?
—¿Podrías perforar tus pezones? —le pregunté, sorprendiéndome a mí misma por el pedido.
Dennis rió mientras volvía sobre mí. —Ahora quieres mis pezones perforados, ¿cierto?
Asentí con la cabeza, deslicé las manos por su pecho y corrí mis pulgares sobre sus pezones. —Me gustan tus otros piercings.
Besó mi cuello y pasó la mano por mi pierna hasta que enganchó su brazo por debajo de la rodilla y tiró de ella.
—¿Vas a besarlos y hacer que se sientan mejor? Porque estoy pensando que va a doler como la mierda.
—Te prometo que haré que se sientan muy bien. —Sonreí.
—Todo lo que quieras, bebé. Eso sí, no me pidas que perfore nada al sur de mi cintura.
Levanté las cejas. Yo no había pensado en eso. Antes de que pudiera decir nada más, Dennis estaba empujando dentro de mí, y todos los otros pensamientos se alejaron. Me estaba llenando y estirando, y todo fue perfecto en el mundo otra vez.
—¡Mierda! ¿Cómo llegaste a estar tan apretada? —jadeó Dennis por encima de mí, mientras sus brazos temblaban teniendo mi espalda.
Tiré mi cabeza hacia atrás y levanté las caderas. Era mejor. No había pensado que eso podría mejorar. —Es más sensible —logré decir con un grito ahogado.
—¿Te duele? —preguntó, tirando hacia atrás. Me agarró el trasero y me sostuvo.
—¡NO! Es bueno. Es muy bueno. Más duro, Dennis. Por favor. Se siente increíble.
Dennis gimió y se terminó de hundir en mi interior. —No voy a durar mucho tiempo. Estás muy apretada. Me voy a venir. —Él dejó de moverse, y poco a poco se echó hacia atrás. Yo estaba tan cerca. No quería que fuera más despacio. La sensación que cada embestida enviaba a través de mí era increíble. Necesitaba más de él. Lo empujé hacia atrás con toda la fuerza que tenía. Se sentó, mirándome mientras yo rápidamente me subía sobre él y me dejaba caer duro y rápido.
—¡Santa MIERDA! —gritó agarrando puñados de mi cabello.
Me moví hacia arriba y hacia abajo en él, mientras mi cuerpo se encontraba cada más cercano al éxtasis.
—Bebé, me voy a venir, ¡ARRRRGGGGHHHH! —gritó Dennis. Entonces, agarró mi cara y me besó con una fiereza que me envió al borde con él. Gritando en su boca, fui golpeada con la liberación mientras él me abrazaba con fuerza, saboreando y chupando mi lengua en su boca. Me dejé caer sobre él y me abracé a su cuerpo. Nos quedamos allí, jadeando en silencio. Mi vagina se mantenía contraída como si mi cuerpo estuviera experimentando réplicas. Cada vez que lo hacía, Dennis gemía.
Cuando estuve segura de poder hablar de nuevo, incliné mi cabeza hacia atrás y lo miré. —¿Qué acaba de pasar? —pregunté.
Él se rió y negó con la cabeza. —No lo sé. Sólo sacaste el jodido el infierno fuera de mí. Te lo juro, ese va directo al libro, bebé. No creía que podría ser mejor y acabas de demostrarme que estaba equivocado. Santo infierno, eres salvaje.
Enterré mi cara en su pecho y me eché a reír con él. Yo había estado un poco fuera de control.
—Más vale que esto no sea una cosa de las embarazadas, o tu pequeño trasero va a vivir embarazado durante los próximos treinta años.
Les quise subir otro capítulo porque prácticamente era la continuación del otro. Mañana durante el día subiré el último y 3 mini capítulos extras para darle entrada a la tercera parte de esta historia, espero que los disfruten🥰
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Nunca demasiado lejos
Fanfic(Segunda parte de la adaptación Demasiado Lejos). Él guardaba un secreto que destrozó su mundo. Todo lo que ella sabía ya no era cierto. Angie no podía dejar de amarlo, pero sabía que nunca podría perdonarlo. Ahora estaba de vuelta en casa y aprend...