Capítulo 25

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Pasaron 3 meses desde el último capítulo, si no recuerdan lo que pasó les doy un resumen: Las chicas y Hannah volvieron a clases. Separaron a Olivia y a Elena de Hannah, y ésta última tuvo un pésimo primer día de clases, sin contar que después de eso tuvieron que asistir a el entrenamiento de porristas. Y aquí es donde nos encontramos, donde un misterioso sujeto se encuentra detrás de los contenedores de basura de la cancha. Chan chan chan... ¿Quién será?😮

H A N N A H

Verlo fue... Extraño. Mucho más en un lugar como ese, ¿Qué demonios hacía escondido allí?

Estaba agachado y sus mejillas sumidas en un sonrojo que lo hacía lucir más tierno de lo habitual. Se veía avergonzado. A sus pies tenía un pequeño ramo de rosas con un lindo listón lila, supongo que eso era lo que había sonado al caer.

—¿Jeremy? —pregunté desconcertada.

—¿Jeremy? —repitieron las chicas con confusión al notar que conocía al chico escondido detrás del contenedor.

—Ha-Hannah... —balbuceó él con nerviosismo.

—Sal de ahí, no voy a comerte —reí ante mi propio chiste y él se puso de pie con una sonrisa tímida, hace tiempo que no lo veía por aquí desde que se había mudado con su mamá.

—No era mi intención asustarte... Asustarlas, perdón —dijo él riendo.

Negué con la cabeza y me lancé a él para abrazarlo, hace tiempo que no nos veíamos. Jeremy solía ser mi compañero de aventuras en la niñez, fuimos amigos desde que se mudó a la casa vecina y nuestras familias se hicieron unidas. Todo fue lindo... Hasta que su familia se rompió; fueron muchas las noches que escuchaba desde mi cuarto las peleas de sus padres y el llanto de un niño de tan solo 8 años. En poco tiempo su papá decidió mudarse y dejarles la casa a ambos, pero imagino que la madre de Jeremy no sentía que ese lugar seguía siendo un hogar, así que ella decidió mudarse... Pero de ciudad. Desde ahí jamás volví a saber de Jeremy, no hasta este momento, en que reconocí sus tiernas mejillas y su cabello cobrizo.

—¿Qué haces aquí? ¿Cuándo volviste? —pregunté en cuanto nos separamos.

—Volví hace dos días, ya crecí así que... Decidí volver para ver a mi papá... Ya sabes, enmendar un poco los años que estuve ausente —explicó.

—¿Dos días? Wow, y... ¿Cómo está tu madre?

—Ella está bien, tenemos una linda casa a cinco horas de aquí así que puedo ir y volver cuando quiera. Además, no solo estoy aquí por eso, me admitieron en el instituto de aquí, así que estaré un buen tiempo en esta ciudad.

—Genial. Pero... ¿Qué haces aquí...? Ya sabes, me refiero a... Este lugar en específico.

Él soltó una pequeña risa y alzó una ceja.

—¿Acaso no puedo estar detrás de un contenedor de basura en una cancha?

—Pues... Puedes, pero es extraño.

—Bromeo, vine a verte. Quería sorprenderte pero fracasé... Como siempre. Esto es para ti —dijo esto último teniéndome el antes mencionado y lindo ramo de flores con listón lila.

Yo... Estaba procesando la información. Había llegado hace dos días y vino a verme... A darme un ramo de flores. No nos veíamos desde hace más de 5 años, ¿Qué demonios?
Y... El listón lila.

—¿Te gusta? —preguntó curioso —Si no te gusta puedo cambiarlas... Perdón, soy un tonto, pensé que el lila era tu color favorito, pero es obvio que en cinco años el color favorito de alguien cambia... También sé que es raro ver a alguien después de tanto tiem...

Tapé su boca con mi mano intentando no lucir grosera, Jeremy solía ponerse muy nervioso, parece que pese a las grandes peleas que tenía en su casa y no saber cómo defenderse desarrolló una especie de nerviosismo en momentos... En momentos como éste.

—Jeremy, está muy, muy bonito. Gracias.

Escuché un carraspeo a nuestras espaldas y recordé que las chicas seguían allí... Esperando alguna explicación.

—Ah, Elena, Olivia, él es Jeremy... Un viejo amigo —ellas lo saludaron y pude ver cómo Elena vio con curiosidad al chico.

—Hola Jeremy, nosotras somos Elena y Olivia, sus mejores amigas. Aunque dudo que ese título sea adecuado para nosotras porque después de años de amistad con Hannah, jamás había mencionado a un viejo amigo —comentó la rubia después de estrechar su mano. Pude ver cómo la cara de Jeremy se entristeció un poco ante su comentario, pero intentó ocultarlo.

—Olivia, no seas grosera —le regañó la castaña.

—¿Qué? ¿Dije algo malo? Perdón, lo siento... —dijo la rubia arrugando las cejas.

La verdad era que Olivia tenía razón, jamás lo había mencionado... Desde que él se mudó no tuve contacto con él y fue como... Como si yo simplemente lo hubiera olvidado. Es decir, lo recuerdo, recuerdo todo de él, sus mejillas, su risa, a sus padres, pequeños momentos de ambos juntos en la cera del vecindario... Pero no fue hasta este momento que lo recordé, y él está aquí, frente a mí, como si jamás me hubiera olvidado en absoluto.

—Perdón, no suelo hablar de ti, Jeremy; ya sabes, fue hace muchos años que jugábamos en nuestros patios —traté de arreglar lo incómodo con un bonito recuerdo y él nos regaló una sonrisa genuina.

—No importa, estoy aquí ahora y puedo actualizarme rápido a todo. ¿A dónde van? ¿Las acompaño?

—Nosotras... Vamos a mi casa, puedes venir si quieres —propuse.

—Hannah, no te preocupes, ustedes vayan y pónganse al tanto del otro, yo llevo a Olivia a su casa, llamaré a mi mamá —dijo Elena, estaba actuando más... Normal de lo usual. Fue raro, pero lindo, así que asentí y nos despedimos para después ir camino a mi casa junto a Jeremy.

Esto será incómodo...

❝Cada Día❞ [Jaeden Martell.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora