CAPITULO 1

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Padre me niego rotundamente -lo miro a los ojos desde la posición en la que estaba-

Como osas hablarme de esta manera -dijo con el ceño fruncido-

No quiero faltarte al respeto -miro a su padre- pero me niego a casarme con ese príncipe 

El príncipe Iwazumi Hajime ya es tu prometido y aunque me toque llevarte atado al altar, te vas a casar -se levanto de su trono-

Pero a él le gusta otra persona -quiso buscar una escapatoria-

Sus padres aceptaron y es lo que importa -se acerco a su hijo y le dio una bofetada- deja de hacer berrinches

Sugawara sintió su mejilla arder por la bofetada de su padre, se aguanto las ganas de llorar y miro a su padre

Me retiro a mis aposentos -dijo serio-

Adelante -lo miro y se dirigió a su trono-

Uno de los guardias lo llevo a su habitación y al estar frente a las grandes puertas de cedro, las abrió para dejar pasar al príncipe y dejarlo en la intimidad.

Uno de los guardias lo llevo a su habitación y al estar frente a las grandes puertas de cedro, las abrió para dejar pasar al príncipe y dejarlo en la intimidad

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Al entrar y quedar completamente solo, se lanzo a llorar en la cama. Iwazumi era un buen chico, se conocían desde pequeños, él y otros niños (quiero aclarar que también había niñas, solo que al decir niños me refiero a ambos sexos en general) siempre paseaban en los jardines del palacio, esos niños eran sus potenciales parejas, todos lo sabían y al ser tan pequeños jugaban con la idea de hacer bodas, pero conforme pasaban los años se habían dado cuenta que iban a ser obligados. Se llevaban muy bien, pero no querían casarse, Iwazumi ya tenía a alguien especial, un chico de cabellos castaños con una hermosa sonrisa, era hijo de una familia que había servido por siglos a la familia de Iwazumi.

No iba a destruir su futuro, el de Iwazumi, ni el de Oikawa.

Para los súbditos del reino, su padre es un hombre generoso , carismático y que ama a su pueblo; pero en la privacidad del palacio su madre y él habían sufrido maltratos por años para que tuvieran un comportamiento ejemplar.

Se limpio sus lagrimas con algo de rudeza y se calmo un poco, no iba a dejar que su padre arruinara su vida y la de otras personas, por primera vez en su vida iba a romper las reglas.

Tomo una pequeña maleta, guardo todas las joyas que tenía, guardo una muda de ropa y su pasaporte, estaba decidido, se iría a vivir la vida que siempre quiso, muchos pensaran que es un estúpido por dejar todo eso para buscar el amo, pero no todo lo que brilla es oro y su padre se encargo de dejarle eso claro.

Conocía a la perfección el horario de los guardias, cuando era el momento salio de su habitación por la ventana, estuvo atando sus sabanas hasta que considero que tenían un largo que le permitiera bajar  por el balcón, lo hizo y aunque tuvo miedo de caer, se lo trago y bajo, correr por los jardines reales fue sumamente fácil, era una noche donde la luna era tapada por las nubes y todo estaba oscuro.

NO TODO ES LO QUE PARECE (DAISUGA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora