28. El Escape: Parte Dos

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Paula

Allí estaba, sin si quiera saber si algo estaba bien o estaba mal, sin saber si podía hacer algo por ello, y me encontraba entre la fina línea del Sí y No, pero ¿Qué podía hacer al respecto? Muchas cosas, lo sé. Pero algo estaba mal en mí, porque sí quisiera hacer algo, fácilmente puedo levantarme e ir a ver sí está bien, pero había un problema, no estaba haciendo nada por él. Quería preguntarme el ¿Por qué? pero lo sabía, obviamente lo sabía, solo que no quería admitirlo

Aunque por otro lado, lo necesitaba y lo quería, y algo en mí me decía que estaba mal no hacer nada por él

En este punto no sé qué hacer, podría arruinarlo completamente si salía de aquí, o por otro lado podría ir sigilosamente y ayudar. Después de unos cortos segundos pensándolo tomé una decisión

¿Qué voy hacer?

Ir por él.

Porque hablemos de los sentimientos hacía una persona, o cambiemos la frase: Hablemos de mis sentimientos hacía él. A pesar del tiempo seguía siendo lo mismo, a veces dolía recordarlo y a veces disfrutaba hacerlo, porque lo extrañaba. Y a fin de cuentas es algo especial, ya que no dedicamos los mismos sentimientos a todas las personas. Pero a pesar de las circunstancias estaba claro que lo quería y haría todo lo posible para que estuviera a salvo, luego habría tiempo para explicar y aclarar todo. Cuando intenté levantarme, las chicas me miraron confundidas

— Iré por Hunter — los contenedores quedaban justo atrás de la estación, así que aunque no estaba tan expuesta a qué me vieran, tenía que tener cuidado. Salí de aquel contenedor con mucho cuidado, las chicas se negaron completa y absolutamente a qué lo hiciera, pero ya estaba hecho, ellas por supuesto se quedarían, no quería que ellas se arriesgarán, ya que si algo sale mal será por mí culpa y no quiero que ellas se involucren en mi plan improvisado —Además de que mi única razón es Hunter, y ellas no tenían ni idea de quién es—Divisé a unos cuantos metros el otro contenedor dónde se supone que están los chicos, me detuve por un momento pensando en Matt, ¿Y si algo me pasaba y no podría verlo más? Sacudí mi cabeza y borré los malos pensamientos que llegaban a ella, me enfoqué en hacer todo lo que tenía en mente rápido sin perder el tiempo. Cuando escuché un ruido ensordecedor proveniente de la estación, me alarmé y ahogué un grito, ¿Qué se supone que había pasado? apresuré el paso con mis piernas temblando, tenía que caminar unos pocos metros más hasta llegar y cruzar la pared para quedar a un lado de la estación, iba casi trotando, me detuve al final de esta

Tengo que hacerlo
No reprimiré más mis decisiones
Bueno al menos las buenas

Tomé aire y me asomé lentamente por el paredón, lo único que vi fue azul y luego sentí un fuerte empujón que me llevó al suelo junto con algo pesado encima. Aunque casi no podía moverme —gracias al gran peso— actúe rápidamente e intenté quitar lo que tenía encima, mis brazos dejaron de hacer fuerza y se debilitaron al ver lo que tenía frente a mí. Él, era él. Después de tanto tiempo lo tenía frente a mí, con algunos moretones y rasguños pero aun así seguía viéndose perfecto ¿Cómo demonios lo hacía? Su reacción fue parecida a la mía, fue muy notable su pequeño estado de shock y nos escaneábamos el uno al otro, por mi parte detallaba cada una de sus facciones y traté de tomar una foto imaginaria con mis ojos y guardarla para siempre por si alguna vez no lo volvía a tener tan cerca de mí

— Hunter — en mi voz había sentimiento, no podía evitarlo. Gracias al gran empujón por su parte no habíamos quedado visibles para los demás. Sin embargo no podíamos quedarnos aquí para charlas, no teníamos tiempo. Antes de que él pudiera decir algo, tomé su brazo sintiendo un pequeño escalofrío por su toqué y lo guíe sin hacer ruido hacía el contenedor dónde estaba con las chicas, ¿Por qué no le dije que fuera para el de los chicos? Fácil, quería tenerlo cerca

Todo Esto ¿Por qué?©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora