Nota de la Autora:
Hola ¿qué tal? Sólo quería presentarme y decir un par de cosas a cerca de esta historia.
Soy Myriam, encantada. La verdad es que llevo desde 2014 en Wattpad leyendo miles de historias de gente con muchísimo talento. A mí me gusta escribir, pero nunca publico nada por miedo a que no esté perfecto, así que empecé una historia pero terminé borrándola y, sinceramente, no se dónde acabó ese documento.
Ahora me he atrevido a empezar a escribir. Este es un adelanto de la historia y si os gusta la seguiré encantada. Es una idea que lleva varios años rondándome por la cabeza, aunque el título no es definitivo, y seguramente algunos nombres de personajes tampoco.
Sin más que decir, espero que os guste y le deis mucho amor.
Gracias por leerme.
Myriam
PD: Os leo en comentarios ^^
Al entrar en la discoteca me llega el calor, la humedad del ambiente y el olor a sudor, mezclado con perfumes y alcohol me da de lleno en la nariz. Miro hacia atrás en busca de Miranda, no sé cómo lo hace, pero la pobre siempre se queda atrás le cojo la mano mientras Allie tira de mi mano hacia adelante hasta que topamos con la barra y nos hacemos un hueco en el ajetreado lugar.
-Un Absolut con limón, dos Puerto de Indias con SevenUp y tres chupitos de tequila. - le grita Allie al camarero que está detrás de la barra. Este asiente y empieza a preparar las bebidas automáticamente.
Mientras nosotras empezamos a movernos al ritmo de la música y contemplamos el panorama. La verdad es que hemos venido por mí, me quería despejar un poco y ellas han decidido que era hora de una buena juerga, o como dice Miranda, una noche apocalíptica. Básicamente, beber, ligar, bailar y no acordarte de nada a la mañana siguiente de todo el alcohol que tienes en sangre. Siendo sincera lo he hecho un par de veces por que al final, la que controla que todas lleguemos a casa, que no perdamos nada y que todo salga bien soy yo, para qué mentir. Pero esta noche me tocaba a mí volverme loca. Allie me tiende un bote con sal, y un limón. Me echo un poco de sal en la mano y me giro para coger el chupito.
-Por los gilipollas buenorros - digo levantado el vaso para brindar con mis amigas.
-Por los gilipollas buenorros - dicen las dos. Y tras chocar los vasos de chupito, lamo la sal de mi mano, me bebo el tequila y rápidamente me como el limón. Dios, está muy fuerte, pero me da igual. Cogemos las copas y nos vamos a bailar y cantar Hawái, la última canción de Maluma. Durante el estribillo no puedo evitar acordarme de Mikhail es un gilipollas con todas las letras de la palabra. Se suponía que estábamos empezando algo, y digo se suponía por que al parecer solo yo estaba informada de esto, ya que él lo considera otra cosa. Respiro hondo, en fin, tíos. Les sonrío a mis amigas y sigo bailando.
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Este hilo rojo está enredado y lo sabes
General FictionAmbos sabíamos que no acabaríamos juntos, o por lo menos, no acabaríamos juntos para siempre como esos felices cuentos de hadas. El problema es que, ninguno de los dos lo quería ver. Al instante de conocerlo sentí que era especial, no de ese típic...