Capítulo 8: Grandes Problemas

1.6K 145 54
                                    

 Recuerdo estar diciéndole al estúpido de mi viejo amigo Jack, que no dejará demasiado tiempo la carne sobre la parrilla, y mucho menos, pusiera ese pequeño artefacto de cocción rápida que inventó cerca del fuego, pero como acostumbra hacer, no me hizo caso y la comida terminó hecha carbón. Estaba por decirle "Te lo dije" cuando escuché como un fantasma simplón y poco regordete decía "Cuidado" y amenazaba con una caja. <<Já>>, dije con media sonrisa. Ese era el fantasma mediocre del que me había hablado Daniel en una de nuestras tantas conversaciones. No era una amenaza por lo que le dije a Jack que compraría comida de verdad, pero cuando escuché que era la caja de Pandora, no pude evitar abrir grande mis ojos y girarme en esa dirección. <<¿Como ese idiota pudo robar esa caja?>>. Miré a Daniel, y aunque sabía que no tenía sus poderes, traté de calmarme al recordarme que el chico no necesita mi ayuda. Es decir, es el héroe de la ciudad y lo fue desde mucho antes de que fuéramos cercanos. O al menos eso me recordaba cuando vi sorprendido como éste en vez de enfrentarlo como siempre lo hacía, se escondió como si tuviera miedo detrás de un árbol. <<¿Pero qué hace?>>, me dije, escuchando a mis espaldas como los Fenton se preparaban para enfrentar al fantasma. Continué siguiendo a Daniel con la vista para ver qué hacía y dejó que sus amigos enfrentaran solos al fantasma, hasta que éste sacó un dragón que escupía fuego de esa maldita caja y empezó a atacarlos. Lo veía y no lo podía creer. Solo pude reaccionar cuando escuché a Samantha gritarle a su amigo; <<¡Danny, protege al bebé!>>. No necesité mucho tiempo para saber lo que pasaba, solo unos segundos para atar; las náuseas, gran apetito, cambio de humor. Y esa palabra. Bebé. En ese momento corrí lo más rapido que pude y abracé a Daniel por la espalda soportando el impacto de la bola de fuego directamente sobre mi espalda. Recuerdo sentir un dolor indescriptible, sintiendo como el fuego rápidamente iba quemando mi piel. Sentí mucho dolor antes de caer inconsciente en el suelo.

 Cuando desperté noté que estaba boca abajo sobre una camilla. Quise levantarme pero un ardor comenzó a nacer en la mitad de mi espalda para luego extenderse a cada extremo de ella. _ Mierda. _ dije volviendo a acostarme. Miré la habitación y si no fuera porque antes ya había pisado el laboratorio Fenton, pensaría que me trajeron al área 51 para experimentar conmigo. Hay un espejo de un lado de mi improvisada cama, pero no quise mirar. No quería ni ver cómo había quedado mi espalda. Otra deformidad con la que cargaré toda mi vida. Cerré mis ojos para dormir, pero una suave caricia en mi mejilla me hizo abrir los ojos lentamente. Frente a mí estaba un hermoso joven de catorce años con su azulada mirada triste, sentado frente a mí. _ Hola, tejón. _ dije pero él no pareció escuchar ya que no dejaba de mirar mi espalda con horror. _ ¿Tal mal quedó? _ bromeé haciendo que el se sobresaltara y se pusiera nervioso comenzando a balbucear. _ Tranquilo, chico. Solo dime una cosa, ¿él bebé está bien? _ Daniel abrió sus ojos con sorpresa y pensando en que decir, aseguró que estaba bien. _ ¿Por qué no me lo dijiste? _ reclamé, aunque por lo adolorido que estaba, sonó más como un suspiro. 

_ Tenía miedo de que me dejaras. 

_ ¿Tan cruel crees que soy? _ dije con el ceño fruncido en molestia, a lo que él agachó su mirada apenado, mientras removía sus dedos entre sí nervioso, diciendo un <<Lo siento...>> con la voz casi quebrada. Suspiré por lo bajo. Dios sabe lo enfadado que estoy con este mocoso. Ocultarme algo tan importante por tanto tiempo, ¿cómo pudo?. Miré nuevamente a Danny y estaba en la misma posición de "perrito regañado" de antes. Suspiré. No puedo enojarme con él. Y es otra de las razones de las porque me odio. _ Sino fueras tan sexy, ahora mismo estarías en graves problemas. _ dije con una sonrisa haciendo que me mirara. _ ¿Ya sabes si será niño o niña? _ dije haciendo que el pelinegro sonriera y a mi me volviera el alma al cuerpo. Adoro su sonrisa. 

_ No, no lo sé. Quise que fuéramos juntos. _ dijo emocionado, a lo que yo me puse de costado, para poder mirarlo mejor. _ La doctora dijo que estaba en perfecta salud cuando fui la primera vez. No tienes idea de lo mucho que me ha hecho comer. _ dijo divertido a lo que yo, sacando una tarjeta de color negro de mi bolsillo del pantalón, se la mostré. 

Defectuoso (Vlad x Danny)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora