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La tarde era calidad con el inmenso sol resplandeciente, dando sombríos por debajo de las copas de los árboles, la brisa fresca jugaba en el ambiente y tocaba suavemente mis mejillas.

Mi padre, mi madre y hermana mayor se encontraban a un costado de mí, con la vista fija al frente, viendo atentamente el hermoso campo verde del parque. Todo aquí es hermoso.

Mi cabello junto a los demás flotaban y se revoloteaban en el aire cuando esté soplaba con fuerza. Sonreí mirando el cielo azul celeste, la cual estaba adornados de esponjosas nubes blancas.

El cielo es hermoso, tiene un vista bella y más bella es cuando el cielo se pinta de nocturno y junto a ella van las estrellas, se ven tan pequeñitas y brillantes desde lo lejos.

Mis padres sonreían entre sí mientras que sus labios se despegan para hablar sobre temas de su época, recordando momentos cuando ellos eran unos jóvenes como mi hermana y yo. Es bueno recordar; dicen que recordar es volver a vivir.

Marta, mi hermana, ella aún mantiene la vista fija al frente, mira atenta y en vez de cuando da suspiros, mientras escucha la charla de mis padres, a ella le importa poco lo que mis padres tengan que contar cuando eran jóvenes. Solo prefiere escuchar y no opinar.

Mi familia y yo nos encontramos sentados bajo un árbol, en donde hay sombra y poco calor. Es una linda tarde de verano, de esas para compartir tiempo con la familia.

Deje de mirar el cielo, me está cegando un poco por la fuerte iluminación del sol, también el cuello se me empieza a engarrotar por lo mal acomodado que está.

Miro al frente para contemplar el atardecer, que poco a poco empieza a colarse a lo lejos.

De pronto la respiración se me corta un poco dificultando en mí respirar con normalidad, me siento asfixiada, voy perdiendo la tranquilidad y empiezo a desesperarme al no poder controlarme.

Sabía que esto pasaría en cualquier momento, no me he cuidado bien como el médico dijo, he comido chatarras, he bebido mucho licor y estoy poco saludable. Yo misma me lo busque.

Mis padres los cuales están a mi lado logran verme desesperada y entre ellos mismo se alarma, mamá grita de miedo y mi padre intenta auxiliarme.

Todo se vuelve oscuro, son mis ojos que se cierran y quedó inconsciente.

Puedo escuchar como una máquina hace un pitido al costado de mí, mis ojos aún siguen cerrados dejando que mi cerebro intenté imaginar en donde me encuentro

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Puedo escuchar como una máquina hace un pitido al costado de mí, mis ojos aún siguen cerrados dejando que mi cerebro intenté imaginar en donde me encuentro. No lo sabré, si no abro mis ojos.

Lentamente mis párpados son separados ya que la potente luz que cuelga del techo me cega un poco, también por qué siento que mis párpados pesan mucho.

Mi vista está un poco nublado pero poco a poco voy visualizando bien el lugar donde estoy, puedo ver al frente de mí, en la pared, un cuadro pequeño con un barco en el medio, a su costado hay una mesa de metal y en ella una fuente con medicina.

Como mi cerebro se lo imagino, estoy en un cuarto de hospital. La pequeña y única ventana se encuentra cerrada con dos cortinas azules claros.

Al costado de la camilla en donde estoy recostada, hay máquinas que la verdad no sé qué son, un fino y muy delgado tubito se encuentra en mi piel, me imagino que por ahí pasa el suero.

Después de lo que pasó, era muy obvio que despertaría en el hospital.

Me renuevo un poco en la camilla para sentirme un poco más cómoda, pero me detengo en seco cuando un dolor se imprenta en mi pecho, sí, en mi pecho.

No puede ser.

Mi cabeza se inclina un poco hacia abajo, gacha, para mirar por debajo de la bata. Dios mío, tengo una cicatriz horrible entre medio de mis senos.

Nueva historia♪♥

Miradas Al Cielo ➜ [k.th]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora