INEXPLICABLE [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]

C16 ¿Me amas?

El cuerpo de Camila temblaba, no podía ser cierto nada de aquello, ahora todo encajaba, el nerviosismo de Alejandro cuando hablaba de ella, ninguna foto por la casa, nunca un recuerdo, un fantasma para los niños, es que literalmente regresó de la muerte, un más allá creado por Alejandro tal parecía en aquel momento ¿Por qué lo hizo?

Sus piernas fallaron y de golpe cayó en la banca de madera de aquella iglesia que ahora era un eco de murmullos, se estaba desmoronando pero tenía dos poderosas razones que no la dejarían caer.

Victor: Cami ¿esa es mi mamá? [cuestionó ingenuo al ver todo el desorden]

Isabella: No Víctor [interrumpió] esa señora no es nuestra mamá.

Ella los abrazaba como si deseara aferrarse a la vida, es que esos pequeños habían sido las víctimas más grandes del enredo que se formaba y que estaba tomando fuerza en ese recinto...

Alejandro: juraste nunca más regresar, abandonaste a los niños ¿qué demonios haces aquí? [Susurraba lleno de ira]

Isabel: lo siento Alejandro, necesito recuperar mi identidad, mi vida, donde obviamente sigues siendo mi esposo.

Ana: eres un desgraciado Alejandro [soltó una fuerte cachetada] me las pagas, eso ¡Te lo juro!

Ana salió corriendo y Alejandro se disculpó con todos en el lugar, nada le importaba, sólo una sola cosa, su familia: Camila y los pequeños. Sin pensarlo dos veces dejó a Isabel de pie frente al altar ahora vacío y fue directo hasta ellos...

Alejandro: hijos [los miró] Cami mi amor...

Camila: no seas cínico [dijo apretando los dientes mientras abrazaba aún a los niños] eres un... ¿Cómo pudiste? [susurró mirándolo con fuego en los ojos]

Isabella: nos engañaste papá [miró envuelta en llanto]

Alejandro: no mi amor no digas eso, debemos hablar y que me dejen explicarles...

Isabella: ¿tú sabías que estaba viva? 

Camila: respondele a la niña Alejandro [lo miró furiosa]

Él solo asintió, era obvio que sabía que estaba viva, siempre lo supo y lo ocultó, todo lo apuntaba, todo estaba en su contra, era tanta la tensión del momento que los nervios lo traicionaron para gritar la verdad infame de aquella castaña que se acercaba sin vacilar.

Isabel: qué grandes están [dijo fríamente mirando a los niños]

Isabella: vamos Cami, por favor vámonos [se aferró a la rubia]

Isabel: ¿y tú quién eres? ¿la nana de los niños? [miró altiva a Camila]

Camila: nadie [miró a Alejandro con los ojos empañados] no soy nadie, y es mejor que resuelven este asunto como adultos que son, para los niños es mucho, mejor me los llevo.

Alejandro: mi amor por favor no te vayas aún, debemos hablar...

Isabel: Espera ¿cómo que mi amor? Alejandro por favor explicame esto.

Alejandro: cállate, no tienes ningún derecho a nada Isabel, a nada [alzó la voz y Víctor se asustó]

Camila: vamos pequeños [los tomó de la mano] no merecen esto.

Ella no resistió, se llevó a esos pequeños corazones que ahora eran más suyos que nunca lejos de todo el escándalo, Alejandro moría por dentro pero sabía que era la mejor opción, Camila siempre era lo mejor para sus hijos, lo entendía una vez más.