Hace miles de años... los dragones habitaban las tierras de Dragnar, una hermosa ciudad portadora de los más poderosos guerreros y las más amplias tierras, era un lugar de ensueño, donde reinaba la magia, la amistad entre bestia y humano, y la cooperación entre sus habitantes, pero un día....
-No tienes por qué hacer esto padre, condenarás a una oscuridad eterna a todo el reino.... ¡debes detenerte!- Aquel muchacho estaba cargado de energía mágica pero no era comparable al hombre que se encontraba frente a él, con un bastón en su poder, apuntándolo sin reparos.
A su alrededor el viento soplaba con una fuerza violenta, los arboles estaban secos y con las hojas caídas, el cielo desprendía un aura oscura concentrada sobre el bastón del hombre. En la mirada del muchacho más joven podía verse el verdadero terror y la verdadera decepción.
El hombre hizo un movimiento circular concentrando toda esa energía sobre el bastón y de un momento a otro, todo se vio sumido en la oscuridad... el viento dejó de soplar, el tiempo se paró y aquel joven muchacho desapareció, para siempre.La chica cerró el libro y se quedó mirando a los niños con una sonrisa.
-¡Ese no puede ser el final Lery!-. La niña hizo una mueca de desaprobación mientras que los otros niños hacían pucheros y cuchicheaban entre sí.
- Pequeña, esa es nuestra historia, nuestra leyenda, nuestra tragedia-. Se levantó lentamente y guardó el libro en una estantería de aquella pequeña biblioteca.
- Osea... vivimos en un mundo oscuro... ¿Por culpa de un bastón?-. Uno de los niños se levantó y agarró del pantalón a Lery, ella lo miró con ternura y le acarició la cabeza.
-Hagamos una cosa, mañana cuando vuestros papás os traigan, buscaremos el bastón y seremos los héroes de este mundo, así el príncipe que murió intentando evitar que se activase el bastón, estará orgulloso de nosotros.
Todos los niños se pusieron a saltar de alegría mientras Lery miraba preocupada aquella estantería, esa historia estaba adaptada para niños, sin sangre ni violencia, pero Lery sabía que la historia no era del todo cierta, no todas las leyendas son al pie de la letra.
Pasaron algunos minutos y muchos de los padres llegaron a por sus hijos, Lery cogió sus cosas, recibió la paga por cuidar de los niños y salió de aquella biblioteca, al salir, una oleada de viento frio le golpeó en la cara, se abrochó la túnica rápidamente y se abrazó así misma.Aquel cielo era uno sombrío, no se veía a los alegres pájaros volar, todo era un ambiente frío y oscuro, las pequeñas casas se mantenían con las ventanas y puertas cerradas, no habían niños jugueteando por los caminos, tampoco había animales pastando o personas caminando, todo lo que se podía ver era a la gente intentando labrar en la tierra seca, a la gente pensando en como sobrevivir un mes más, apenas crecían cultivos o fluía el rio con el poco agua que había.
De camino a casa, Lery se formulaba preguntas como "¿Será cierta la leyenda?", "¿Quién es ese chico de la leyenda?", "¿Por qué su padre le deseaba tanto mal al mundo?", todos los días se formulaba las mismas preguntas ya que todos los días iba a la pequeña biblioteca del pueblo a contar la misma historia a los diversos niños que pasaban, sobrevivía gracias a eso, era una chica de pocos amigos, agradable , sincera, dulce, de pelo castaño, manos finas y expresión alegre, le encantaba llevar capa pero al cumplir los 17 empezó a llevar túnicas de colores claros, era la ropa típica de esa aldea.
Metió la mano al bolsillo y sacó un pequeño papel, se trataba de un mapa en miniatura que había encontrado en la biblioteca el día anterior, lo volvió a guardar con esperanzas en sus ojos.
-Es hora de empezar a resolver mis dudas.
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La mirada del dragón
FantasyUn mundo teñido de oscuridad con una oscura leyenda detrás.... un reino sumido en el caos, envuelto de una terrible mentira, una gran traición y un romance capaz de mover montañas.... Lery, una chica de 20 años, ¿Será capaz de resolver el misterio q...