Al ver a lo lejos, y como poco a poco el puerto se hacía cada vez más pequeño, solo pensaba en dos cosas, en las personas que deje aquí y a las personas que veré allá, y suena loco, pero tengo mis dudas, yo no estoy seguro de que personas estén viniendo en este barco, podría haber un pescador, un padre de familia, hijos, un granjero, un ladrón, un asesino, un traidor, etc. Tendré que cuidar mucho mis espaldas y las de San, al igual el cuidara las mías, solo en él y algunos de mi pueblo, puedo confiar. Nos llevaron luego a nuestros cuartos, eran inmensos, perfecto para que entren todos de nuestro grupo en uno solo, desempaque mis cosas y me ubique con San en la esquina derecha del cuarto en la parte de atrás, lo hice para que cualquier cosa tengamos una mejor vista si pasara algo, y como eran literas, decidí tomar la cama de abajo y San la de arriba, así podría tomar mis zapatos rápido, y mientras San se ponía los suyos ya tendría las cosas listas para salir de ahí lo más rápido posible, quien sabe, en pleno viaje a España una embarcación Rusa o Japonesa nos ataque y mate cuarto por cuarto a los soldados, más vale prevenir que lamentar. Una vez acomodados, paso por lo menos media hora y entro un oficial, diciéndonos lo que pasaría en los siguientes días antes de llegar a España, que curioso el capitán Tomas nos dijo lo que pasaría de Panamá en adelante, sin embargo, el oficial nos dijo lo que pasaría de Perú a Panamá, ya es cosas de ellos, serian por lo menos 8 días a 7 para llegar a Panamá, y creo que el doble para llegar a Sevilla- España donde empacaríamos provisiones, munición, todo lo necesario para poder hacerle frente a Italia, de ahí pasaríamos por la brecha entre España y Marruecos, ya de ahí, hasta Italia. Nos dijeron que durante estos días estaríamos entrenando por lo menos 11 horas al día, claro con nuestras pausas para comer, querían que estemos bien preparados para la batalla, así no moriríamos a penas pongamos un pie en el campo de batalla, solo por hoy íbamos a tener el día libre, ya que eran alrededor de las 4pm o no me acuerdo bien que horas eran en ese momento, bueno al salir el oficial me puse a hablar con San, hablamos de temas diversos, sobre cómo será España, si conoceremos a las otras personas de los otros barcos con lo que nos encontraremos, sobre cómo será la batalla, loca pregunta ya que íbamos a estar ahí a finales del mes, uno de los hermanos Portugués, Miguel el menor de los hermanos, nos escuchó hablar, bueno no lo iba a culpar ya que su cama estaba al lado nuestro, nos dijo:
- La verdad, creo que será algo impresionante – lo dijo todo asombrado.
- ¿Impresionante? – dijimos a la vez San y yo.
- Si impresionante – lo seguía diciendo asombrado mientras hacía unos gestos con sus manos.
- Ya Miguel, deja de molestarlos con tus locas ideas – nos dijo Felipe el mayor de los tres – discúlpenlo a mi hermano, como es menor no sabe lo que dice – dijo mientras una sonrisa salía de su rostro al acabar.
- ¿Qué menor Felipe? Si somos trillizos, trillizos.
- Si tienes razón ahí, pero quien nació primero haber dime, quien – pareciera que estaba marcando su territorio.
- Podrían callarse los dos por favor – dijo Diego el hermano del medio – ya enserio, me harta que siempre estén peleando por las mismas tonterías, lo hacen en la chacra, en casa y ahora acá, ya cánsense por favor, un día solo un día, pueden guardar silencio – pareciera que tenía el equilibrio entre sus hermanos y así mantenerlos unidos.
- ¡Hay! Diego ven aquí – dijeron los dos hermanos mientras se le lanzaban encima con unos pequeños golpes de juego, se veía que los tres eran muy unidos.
- ¡Ya déjenme ustedes dos! – dijo mientras intentaba sacarse encima a sus hermanos
- Tranquilo Diego, solo estábamos jugando jaja – dijo Felipe mientras se reía de su hermano
Durante el resto del día seguimos hablando los cinco, nos conocimos muchísimo más de lo que nos conocíamos antes de enlistarnos, son buenas personas los hermanos Portugués, no me imagino que pasaría si uno de ellos muriera haya en Italia, de seguro sus hermanos estarían destrozados y lo más probable que uno de ellos enloquezca, tome su arma y se lance a matar a cuantos enemigos fuera posible, con tal de vengar la muerte de su hermano, yo estoy que si Miguel o Diego mueren en acción, Felipe seria el que enloquecería, solo espero que no llegue a pasar eso con cualquiera de ellos tres, pero no aseguro nada pensando esto. Al caer la noche con una luna llena encima nuestro, el mar de Grau refleja en sí, la luz de la luna, estas tranquilidades serian lo único que recordaría cuando este allá, me había escapado de mi cuarto con mucho cuidado y me puse en un lado del barco donde no me verían, así podría estar tranquilo contemplando las estrellas, y mientras lo hacía recordaba a Lidia, solía escaparme de mi casa y ella de la suya para irnos al rio, donde teníamos un lugar especial para ver las estrellas y el reflejo de la luna sobre el rio con su canto mientras corría, si cierro y abro mi corazón, siento que está apoyada en mi hombro, que la estoy abrazando, y su calor hace que olvide por completo el frio a mi alrededor, me pregunto cómo estará Lidia ahorita, espero que pueda ver ella la unión de los collares, y solo lo hará, una vez que regrese a casa.
A la mañana siguiente, a las 6 am, el oficial nos despierta gritando y tocando una alarma para así estar despiertos al cien por ciento, nos cambiamos y nos llevaron primero a la cubierta, donde daríamos por lo menos 30 vueltas sin parar, de ahí practicaríamos tiros, a desmantelar y armar un rifle lo más rápido posible, y otras cosas así, aunque pareciera poco lo que hacemos, la verdad que realizando todo eso, el resto del día se va volando, solo hacíamos pausas de una hora para desayunar y almorzar, de las 6pm en adelante lo teníamos libre para descansar después de 12 horas entrenando, y así los días se fueron volando, se hizo eso ya una rutina para todos mientras íbamos rumbo a Panamá, sin embargo, cuando nos levantaban y teníamos 15 minutos para estar listos, eso incluía ir al baño, tender tu cama, cambiarte, mientras todas las personas en el cuarto hacían lo mismo, siempre veía como Don Lucho y su hijo Roberto se apoyaban entre sí, a diferencia de los trillizos o también San y yo, que también nos apoyábamos mutuamente, ellos lo hacían conectados, tenían un lazo más fuerte que todos aquí en el cuarto, en los entrenamientos si veía que su hijo o el mismo estaban perdiendo el ritmo, ellos esperaban al otro y se daban una mano todas las veces posibles, pareciera que entre ellos, ya tenían en la cabeza que tenían que volver si o si a casa, así tenga uno que cruzar medio campo de batalla por ir al rescate del otro, dar la vida por tus seres queridos, eso sí es algo que admirar.
Pasaron los 8 días volando, ese día solo entrenamos hasta las 12 y mientras más nos acercábamos al canal de Panamá, veíamos a lo lejos el barco de México llamado "El Azteca", Chile venía a nuestro atrás con su buque "El Esmeralda", el mismo nombre que tenía la corbeta de Arturo Prat en el combate de Iquique, antes de que el espolón del monitor "Huáscar" acabara hundiéndolo, los colombianos y ecuatorianos ya estaban ahí esperando a los demás que llegaran, ellos dos se unieron en uno solo, siendo la mitad de cada país los que están en ese barco, cuyo nombre era "El Boyacá", y así es como estos países latinos decidieron mandar a personas que no estaban entrenadas, especialmente para combatir en Europa o en cualquier otra guerra, mientras todos pasábamos en fila el canal de Panamá, ya sentíamos algunos el sonido de los disparos, los gritos de ayuda, las balas cayendo al suelo, el olor a muerte y sangre en el lugar, no estábamos listos aún para lo que venía, sin embargo, podremos defendernos e impedir que avance el enemigo. Una vez que salió "El Esmeralda" del canal de Panamá, esperaban del otro lado Brasil con el "São Paulo", Argentina con "El Santa Clara" y EEUU con "El Abraham Lincoln", toda una flota de barcos, con rumbo a España, lleno de personas que esperan volver a casa, en unas semanas estaremos apunto de ver en carne propia lo que está pasando en esta guerra, que esperamos todos, llegue a su fin.
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Soledad en el campo de guerra
Ficción históricaImaginate quedar solo y a tu suerte en medio del bosque, en un país que no conoces, mientras una guerra se libra haya afuera, Peter espera volver a casa, ¿Lo lograra?