-Chris...
El susodicho rápidamente abrió sus ojos encontrándose en una nada oscura e infinita.
-Christhoper...
Al escuchar nuevamente su nombre sintió un ligero escalofrío recorrer su espalda e intento caminar por lo alrededor en busca de la persona que le llamaba. Chris sentía como si estuviera caminando sobre nieve además una gélida sensación le rodeaba, tanto fue así que se abrazo a si mismo en busca de algo de calor.
Un horrible chillido se escucho y Chris sintiendo pavor, pues reconoció aquel horrible sonido, comienza a correr. Aquella nada comenzó a tomar forma y de repente su alrededor comenzó a ser el bosque de Blackwood, podía escuchar como la criatura dueña del horrible chillido se movia por el follaje de los árboles dejando caer la nieve, y algunas hojas, que les cubría. Chris no se atrevía a girar su rostro, él solo seguía corriendo hasta que llegó a la puerta del refugio Washington. Tomando el pomo con fuerza, intento girarlo sin mucho éxito, entonces comenzó a forcejear mientras escuchaba a la criatura llegar a él.
Finalmente, la puerta se abre y Chris entra a la cabaña, cerrando fuertemente la puerta viendo como una horrible figura alta, delgada y algo demacrada, tomaba forma delante de él.
Chris se deja caer al suelo debido a la sorpresa lanzando un largo resoplo mientras llevaba su mano a su pecho tomando con fuerza su suéter. Unos pasos pesados se escucharon por detrás de él y antes de que Chris pudiera girarse y encarar a la persona, una mano cubierta con un guante de piel le cubre la boca y lo comienza a arrastrar por el, ahora formado, pasillo, Chris intentó forcejear pero la persona que lo arrastraba parecía tener fuerza sobrehumana.
-¡Vive y aprende, Chris!
Y con eso último, Chris abre sus ojos rápidamente encontrarse con el techo de su apartamento. Se levanto pesadamente mientras colocaba una mano sobre su frente, estaba sudando, miro de reojo al pequeño reloj sobre su mesa de noche, el cual indicaba que apenas iban a ser la 5 a.m.
Era muy temprano para levantarse, sus clases iniciaban hasta las 9 a.m. por lo que se arrojo contra la cama nuevamente mientras colocaba uno de sus brazos sobre su rostro, después de unos momentos, las lagrimas comenzaron a salir de sus ojos, Chris intentó torpemente frotar sus ojos y eliminar las lágrimas restantes pero estas continuaban emergiendo, haciendo que finalmente comenzara a llorar mientras se abrazaba a la almohada dejando salir algunos gemidos y quejidos durante diez minutos enteros.
Cuando finalmente sintió que todo había salido, se levantó pesadamente de su cama para ir a tomar una larga ducha y mientras buscaba algo de ropa limpia, su celular comenzó a vibrar y rápidamente se acercó a la mesita donde estaba el aparato, agarrandolo para contestar la llamada.
-¿Chris?
La suave voz de Sam le recibió y él intento poner su mejor voz para no revelar que había gimoteado antes.
-Sam, ¡Hola! ¿Que hay?
-¿Estas bien? Te oyes un poco... raro.
Chris lanzó un largo resoplo antes de pinchar el puente de su nariz.
-He... tenido un sueño no muy placento.
-Oh, Chris. Los siento mucho.
Una pequeña sonrisa se forma en los labios de Chris mientras negaba con su cabeza.
-Esta bien. Pero dime, ¿a que debo esta llamada? Es algo temprano, ¡hasta para ti Sam!
La voz al otro lado del teléfono lanzo una risita torpe antes de resoplar.
-Queria hablar con Ash pero...
-Sip. Entiendo, ella es de sueño pesado.
Ambos rieron alegremente por unos momentos antes de permanecer en silencio absolutos por unos segundos. Tanto Chris como Sam tenían tanto que decir sobre muchas cosas pero no sabían cómo expresarlo debido a todo lo sucedido, y por más que intentaran decirse que todo eso estaba en el pasado, simplemente no podían olvidar toda esa noche de horror y tragedias.
-Sabes Chris... hable con Jess recientemente, bueno, ella me contactó.
-Oh... ¿cómo está?
-Dice que está bien, pero su voz se oía apagada y distante. Me preocupa que no sea sincera.
-Supongo que sí. Pero hay que darle tiempo. Lo que nos pasó... fue casi un sueño.
-Mas bien pesadilla.
Ambos jóvenes volvieron a reírse pero esta vez con una sensación agria en la boca.
-Creo que quiere ser modelo o algo así, espero que le vaya bien.
Mencionó Sam con cierto tono melancólico.
-Si, yo también.
Al final, los dos estuvieron hablando por unos largos momentos más hasta que ambos se dan sus respectivas despedidas y cuelgan. Viendo a su reloj nuevamente, Chris se dio cuenta que había pasado casi 45 minutos hablando con Sam, pero no en vano ya que se sentía un poco mejor ahora.
{☆}
"...Hambre..."
Su cuerpo se movia torpemente entre los arboles y arbustos, su respiración estaba entrecortada y podía oír un zumbido en sus oídos.
"Alimentanos... ¡carne! Queremos carne..."
Aquella voz, tan aguda y rasposa, tenía razón. Se estaba muriendo de hambre, quería carne, carne fresca, pero en las minas ya no había nada más que comer, toda la carne se había ido. Necesitaba mas carne.
Su estomago comenzo a rugir nuevamente, por lo que llevo sus manos a su estomago tratando de calmar a aquellos molestos ruidos.
-Quiero comer... tengo... hambre...
Un ruido se escuchó y de entre los arbustos apareció un alce macho que le miro fijamente, casi expectante.
Su cuerpo se movió casi por instinto y se abalanzo contra el alce rápidamente, ni siquiera le dio la oportunidad al animal de escapar o hacer algún movimiento. Sus filosos dientes, a ese punto colmillos quizá, atravesaron el cuello del animal, casi decapitandolo, y matándolo al instante. La sangre comenzó a emanar en borbotones inundando su boca. El sabor de la carne que masticaba no era el que deseaba pero eso apasiguaria su hambre por el momento hasta encontrar la carne que realmente deseaba.
Mientras devoraba los restos del alce un agradable aroma llegó a sus fosas nasales, ese dulce olor, tan familiar y delicioso.
"Encuentra... la carne suave"
Si. Ese olor era el que buscaba. Esa era la carne que quería con más ansias. Dejando de lado los restos del animal astado, se levantó pesadamente mientras se dejaba guiar por aquella dulce fragancia.
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In The Crimson Snow's Night
Фанфик【Chris sabía que estaba exagerando pues ya habían pasado casi 3 años desde el incidente en el refugio de los Washington. Tres largos años en los que trató de olvidar todo sobre el incidente, sobre la muerte del extraño, sobre los Wendigos, pero sobr...