Is she a Bridesmaid?

Capítulo 4

Estaba en la biblioteca de su facultad con otros compañeros buscando las respuestas a un cuestionario, decidieron repartírselo para alivianar la carga de trabajo. Latte terminó su parte y fue a la fotocopiadora para pasarla a los demás.

Tenía unos nuevos audífonos que había comprado en la Torre con una completa aislación exterior del sonido, no importaba lo alto que tuviera la música nadie cerca podría oír ni la más mínima vibración, era casi mágico así que estaba moviendo los hombros con la música mientras sacaba copias, era bastante agradable.

Por un descuido dejó caer algunas hojas lejos, estaba recogiéndolas cuando vio unos pies delgados en tacones detenerse frente a ella y tomar la última hoja que le faltaba.

"Bonita letra."

Al alzar la mirada se encontró con su profesora, rápidamente se quitó los audífonos y tomó la hoja con cuidado, no había escuchado su comentario, pero creyó apropiado solo agradecer que le diera su papel.

"Muchas gracias."

"¿Haces gimnasia?"

Latte la miró confundida, era una pregunta extraña para la ocasión, ¿lo decía porque era pequeña? Sabía que se tenía que las gimnastas eran pequeñas; recordó una serie donde bromeaban con que eran del tamaño de niñas de primaria. La idea la ofendió un poco.

"No, pero practico danza."

La escuchó un sonido venir de su garganta, como si una duda fuera satisfecha. La mujer siguió su andar y se detuvo luego de unos pasos.

"Una buena postura habla bien de quien la porta."

Se alejó y dejó a la rubia con un notable signo de interrogación pintado en su cara ¿Qué? Bueno, parecía ser una mujer muy pulcra con su apariencia, tal vez por eso le pareció agradable verla derecha.

¿Subirá puntos por postura? Aceptaba el reto de correr por toda la facultad con libros en la cabeza si eso la libraba de reprobar con ella.

Regresó con su grupo y entregó las hojas.

Después de un par de horas al fin pudo estirarse por terminar y llamó a su mejor amiga para salir, Cano aceptó gustosa y quedó en ir por ella a su facultad.

Al llegar se encontró con una gran horda de chicas gritando y desmayándose por "el príncipe", la escena en general era bastante rara ¿Cómo podías gritar por un compañero como si fuera parte de una banda? Lo peor es que el rubio oxigenado parecía disfrutarlo.

"Que difícil es ser tan bello, espera... ¿¡Cano!?"

Su amiga estaba en el grupo chillando como loca, juraba que sus ojos tenían forma de corazones. Oh no, tenía que sacarla de ahí antes de que perdiera su dignidad. Se arremangó las mangas y tomo impulso para enfrentar el gran mar de fanáticas.

"¡Cano! ¡Cano!" se sentía como en el medio del océano, las chicas parecían ni notarla mientras trepaba entre ellas "¡Cano! ¡Cano...!" de repente parecieron moverse con fuerza arrastro más a su amiga lejos de ella "¡Cano! Lo siento... Lo siento Cano, no puedo."

Por un segundo su amiga pareció balón de voleibol.

Logró salir de la multitud a rastras, besando el suelo. Prefirió esperar a que se calmaran o a que Rondemio se fuera, lo que pasara primero.

Esperó tanto que ya estaba ideando una forma de hacer fuego ahí para cocinar unas palomitas.

Finalmente pareció que las cosas se calmaron, Cano se dio cuenta de su presencia y se acercó corriendo, aun medio aturdida por el guapo hombre.