♩KALA:
Dirigí una vez más mis ojos al cielo, clavando la mirada en la pequeñas estrellas que ya adornaban la noche proporcionando un ambiente mucho más cálido del que realmente existía.
Me gustaba pensar que el se encontraba ahí, cuidándome.
Solté un suave suspiro desganada y llevé el cigarro que se encontraba reposado delicadamente entre mis dedos hacia mi boca. Inhalando el contenido de este reiteradas veces, intentando concentrarme en esta simple acción para que el nudo que ya se empezaba a formar en el inicio de mi garganta se detuviera.
"¿Por que te fuiste? solo tenias que aguantar un poquito más mi amor." Hablé en un susurro, era mi manera de intentar liberar esa presión en el pecho que no me dejaba respirar y me atosigaba hasta el punto de sentir que no podía más.
Hasta el punto de sentir que era mi momento de despedirme también.
"No te supe escuchar tin, perdoname vos porque yo nunca lo podré hacer." Solte en un hilo de voz, y es que a este punto era absurdo intentar aguantar todas las lágrimas que amenazaban con salir siendo un reflejo simplificado del dolor y sufrimiento que habitaba y poco a poco apoderaba cada instancia de mi pequeño ser.
Cerré los ojos con fuerza dejando caer el cigarro a la grama verdosa en la cual me encontraba acostada, mientras sentía mis mejillas empaparse de ese líquido que se había hecho tan constante y común desde esa noche.
Bañera, sangre, Valentin.
Bañera, sangre, Valentin.Sin poder evitarlo siento mi cuerpo estremecerse, la garganta me arde y los ojos me pican, y solo quiero poder sentir su tacto una vez más.
Sentir sus manos enredándose delicadamente en mi cuero cabelludo mientras vemos una película. Su cuerpo junto al mío mientras nos enredábamos en las sábanas y nos abrazábamos. Su dedos entrelazándose perfectamente con los míos. Su mirada penetrante que derrocha cariño y te hace sentir realmente amada. Su brazos blanquecinos rodeando mi cintura fuertemente.
Solté un fuerte sollozo mientras volvía la vista hasta el cielo para fijar mis ojos en una de las estrellas. "Te necesito, realmente te necesito como no tenes idea, volve." Quería pensar que el me estaba mirando y escuchándo atentamente, como siempre lo hacía.
Para mi Valentin era lo que para un marinero era un estrella; una buena orientación con protección, una navegación, y un regreso seguro a casa.
¿Pero que hacía ahora que mi camino y destino había desaparecido para siempre?
Veía al cielo buscando alguna respuesta a todas estas preguntas que rondaban por mi cabeza con tanta dificultad. Mis pensamientos me atormentaban constantemente y me culpaba porque no entendí las señales que me daba Valentin, porque no estuve para el cuando más me necesito, porque no insistí cuando le preguntaba "¿Todo okay?" y me respondía "Todo bien" con un tono que bastaba para convencerme, porque no fui suficiente para el.
porque no le confesé antes mis sentimientos.
Me sentía perdida, y frágil, todo era tan duro, y yo como un vidrio que puede romperse fácil, quería que todo volviera a la normalidad y que yo pudiese levantarme de una vez por todas de esta pesadilla que parecía no querer terminar.