Cold Coffee.

Two.

—Eyy, ¿saldrás a comer algo?— dice con la voz un poco insegura.

—Sí, ¿vamos?

—Me encantaría, traeré mi bolso —dice con un tono audiblemente más relajado, y se encamina hacia su escritorio a grandes pasos haciendo sonar con fuerza sus zapatos altos.

Momentos después regresa y me hace un gesto con la cabeza, camina frente a mí y la sigo hasta que estamos uno junto al otro. Caminamos unos momentos, hasta que el silencio se torna un tanto incómodo.

—¿Qué quieres comer? —pregunto tratando de encontrar un buen tema de conversación.

—Podemos tomar un café y luego pasar por un sándwich a Subway. —dice mientras me mira expectante esperando una muestra de mi interés.

—Me parece bien.

Cruzamos la calle y entramos, nos sentamos en la mesa posterior a la caja. Un hombre de baja estatura y ojos muy redondos toma nuestra orden.

—Buenas tardes, ¿Qué desea ordenar? —pregunta el desviando la mirada de Ellie a mi, mostrando su muy notorio interés por ella.

—Em, me gustaría un sándwich de Costillas BBQ Melt, por favor.

El anota con atención y clava la mirada en Ellie esperado lo que va a pedir. —Yo quiero un sándwich de pollo, sin cebolla si es posible, gracias.

Obedientemente el anota sin despegar la vista de ella, lo cual me parece muy peculiar, me pregunto si tendrá una buena caligrafía.

—Con gusto, permiso.

—Creo que le interesas Ellie— digo tratando de esconder mi sonrisa—. Me mira muy seria y baja la cabeza.

—¿Qué pasa? ¿Dije algo malo? —digo consternado.

—Es solo que no quiero obtener la atención de nadie, que no seas… —dice en un tono bajo casi inaudible, pero se pausa antes de terminar lo que iba a decir.

—¿Qué no qué?

—Nada, olvídalo.

Estaba a punto de preguntar de nuevo el porqué de su repentino cambio de humor cuando llegó nuestra orden, y decidí callar. Comimos en silencio, a veces rompiéndolo solo para preguntar cosas aburridas sobre la rutina laboral. Al terminar, me levante camine unos cuantos pasos hacia la caja y pague la cuenta.

—Gracias Hazz —dijo Ellie mientras salíamos del Subway—.

—No hay de que, date prisa vamos quince minutos tarde —dije mientras aceleraba el paso momentáneamente—.