no manners 。 yuta

壊れやすい '

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   "¿De dónde lo conoces?".

  Era inolvidable.

  Tonta, avergonzada, vulnerable se sentía ese día.

  Sus manos tomaban la orilla de su falda mientras no despegaba sus ojos del suelo. Sentía que el aire le escaseaba en sus pulmones y su corazón parecía salirse de su pecho pero no estaba corriendo un maratón.

— Si no tienes nada más que decir Adachi, toma asiento. Iniciaré la clase. —Eran las palabras que quiso escuchar desde que se levantó a presentarse ante todos. Llevaba más de cinco minutos allí parada sintiéndose el principal blanco de burlas de todos sus compañeros.
  Lo único que había escapado de sus labios antes de quedarse sin palabras en su presentación fue "Mi nombre es Adachi Akari, tengo trece años".

  Dio una leve inclinación y posteriormente -casi ciegas y desesperadamente- se aproximó a la primera fila que estaba en su campo de visión.
  Habían algunos asientos libres, pero no estaba en condiciones para ponerse a elegir cuál era el mejor para ella. Sólo quería dejar de ser el centro de atención de una buena vez.

  Todos murmuraban y eran muy poco disimulados.

"— Ella es linda, ¿Por qué baja su rostro?".

"— Tal vez tiene mal aliento".

  Risas, risas y más risas. Pero ella no encontró la pizca de gracia en sus comentarios.

 Justo al colocar su mano en la primera silla libre que se le cruzó no pudo completar la acción de sentarse.

— Ahm —Su atención fue tomada por la chica que sería su compañera de asiento. Alzó su rostro por primera vez en el día y observó disgusto en el rostro de la contraria—. Si te sientas a mi lado temo que me darás mala suerte. Siéntate en otro lado.

  "¿Mala suerte?". Cuestionó en su cabeza sin entender. Automáticamente su entre cejo se frunció.

  Dio un paso hacia atrás alejándose del asiento, sintiendo nuevamente el pesar de las miradas de todos.

  Pero antes de que su estabilidad emocional se hiciera añicos, otra voz hizo presencia.

  Una masculina.

— Hey. Akari, ¿Cierto? —La otra voz estaba localizada justo detrás. Giró su rostro encontrándose al chico que le hablaba y asintió con su cabeza dándole a entender que sí era su nombre— Puedes sentarte junto a mí. Ryo, ¿Te importaría?

  Su compañero de asiento parecía indignado ante sus palabras, tal vez porque era su amigo. No se movió de su sitio hasta que el contrario le dio un puñetazo en el hombro, obligándolo a moverse.

  Ryo obsequió una mala mirada a su amigo, tomó sus cosas y se sentó en el lugar en el que anteriormente iba a sentarse Akari.
  Con la chica "supersticiosa".

  Tonterías.

— Yo creo que Akari a mi lado me dará buena suerte. —La nombrada no cayó en cuenta en ese momento a lo que se refería ese chico, pero al pasar los segundos y analizar sus palabras no pudo evitar abrir sus ojos de sopetón.