Rompiendo el Corazón de Un Chico Malo || YoonMin || Adaptación

XXII. Fíjate En Sus Abdominales

Esto era tan incómodo.

Min me miraba furiosamente mientras Suho hacía intentos para no sonreír, y yo solo miraba entre ellos dos sin saber qué decir.

—Esto es un poco hipócrita —dije luego de unos segundos de que YoonGi haya gritado. No quería hacerlo enfurecer más, pero no tenía derecho a decir nada luego de haberme dejado plantado como árbol—. Dijiste que me recogerías, pero no lo hiciste y recién ahora te apareces. ¡No te pases!

Gi me fulminó con la mirada, literalmente me quería matar con su mirada.

—Pues me hubieras esperado —respondió sin mirarme, estaba demasiado concentrado en JunMyeon, quien sonreía abiertamente—. ¿Y tú de qué sonríes, imbécil?

Entrecerré los ojos hacia YoonGi.

—No lo insultes. Él solo me trajo hasta casa. Tú eres el imbécil por dejarme plantado.

Y para no hacer más larga la incómoda situación le esbocé una sonrisa de disculpa a Myeonie y salí de su auto cerrando la puerta con lentitud, sólo para fastidiar a Suga.

Volteé y le sonreí como si nada hubiera pasado.

—YoonGi, ¿has venido para almorzar juntos?

Él que estaba a unos pasos míos mirándome fijamente negó con la cabeza y se acercó a mí.

—No me gusta que te juntes con él, JiMin —presionó una mano en mi mejilla y me acercó a su boca—. No. Vuelvas. A. Hablar. Con. Él —Dijo cada palabra con lentitud para hacer énfasis en ellas.

Me impresionó la intensidad de sus palabras. En serio odiaba a JunMyeon. Como que su alma odiaba a JunMyeon.

—No.

—¿No? —repitió enfadado.

—No —dije cruzándome de brazos y alejándome de él.

—Park...

—No me digas "Park". Sé consiente de lo que haces. Ni siquiera te has disculpado conmigo por llegar tarde y encima te molestas con Suho. Entiende que sólo somos amigos y...

—Y nada. No serás amigo de alguien como él.

Ugh, este chico era exasperante. Jun no me había hecho nada. Pero si quería a YoonGi en la palma de mi mano entonces tenía que ceder. Tenía que seguir mi plan.

—Bien. No seré amigo de él.

Abrió los ojos sorprendido.

—¿Así tan rápido aceptarás?

Sonreí divertido.

—Sí —presioné mi cuerpo al suyo y rodeé su cuello con mis brazos—. Quiero hacerte feliz, no me gusta cuando estás molesto. Aquí se te hacen unas pequeñas arrugas —Presioné su frente para dejarla normal—. Es algo sexy.

Su rostro furioso abrió paso a uno lleno de picardía, sus cejas se levantaron y sus ojos brillaron de diversión.

—¿Sexy? —Preguntó con sorna—. Es más que eso, bebé. Jodidamente sexy, extremadamente...

Rodé los ojos y para callarlo de la mejor forma, acerqué mi rostro al suyo y lo besé cortando sus palabras. Me respondió al instante rodeándome la cintura. Presionó su frente a la mía luego de romper el beso.

—Fui a la escuela y no te vi. Te llamé, pero sonó apagado tu celular así que vine aquí de inmediato. Perdóname, Jiminie, me distraje y cuando vi la hora fui a la escuela, pero ya no estabas.

Asentí aceptando su disculpa. Mi celular se había quedado sin batería en el carro de JunMyeon y todo por andar jugando.

—¿A dónde fuiste? —pregunté con curiosidad.