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El joven Nie se arrastró por su pequeña habitación hasta el espejo, miro su reflejo mientras recogía su pelo en una media cola, su cabello ya rozaba sus hombros, y esto le gustaba porque enmarcaba su rostro haciéndolo ver más atractivo, joven y alegre.

Después de desayunar y tomar el autobús llego al departamento donde trabajaba, la luz era tan tenue que le cansaba los ojos y en ocasiones le hacía doler la cabeza, pero no podía quejarse.

Pronto sería navidad, olía a esas compras de luces, condimentos y juguetes, olía a las noches de compañía con licor y calidez abrazando su alma, si tan solo pudiera dejar un poco de su orgullo y acurrucarse en la casa de su hermano.

Su jefe Li, un beta de un muy mal humor lo había mandado al piso de juguetes, él había recalcado que siempre eran los omegas bonitos más agradables y eso les gustaba a los clientes en general.

A regañadientes fue detrás de la vitrina viendo como algunos de sus compañeros se movían abriendo las puertas y recibiendo a las personas que acababan de llegar, mostrando artículos y contando sobre juguetes las horas avanzaron...

"Huaisang, tu gorro "

Su gerente había pasado y le señaló su cabeza, el gorro rojo navideño se había resbalado de su lugar y el omega lo compuso, el lugar comenzó a vaciarse hasta el punto de que sus compañeros fueran a limpiar otros lugares y lo dejaran a él con el último grupo de clientes que miraban...

Entre uno de sus estiramientos después del bostezo vio a un hombre que miraba atento el tren de juguete eléctrico sobre una mesa, un juguete muy bonito con alrededores de pequeños árboles y pequeñas chozas llenas de nieve. Aquel hombre aun en la lejanía lucia apuesto mirando con atención la mesa, de espalda ancha, cabello ligeramente largo, las pestañas largas que escondías sus ojos, ojos que poseían una tonalidad exquisitamente extraña de púrpura haciéndolo querer seguir viendo, envolviéndolo en curiosidad y misterio.

Jadeo de asombro cuando la miraba del hombre se enfocó en el y un escalofrío recorrió su cuerpo, antes de que pudiera esconderse detrás de la vitrina una mujer anciana se acercó preguntando por el baño.

"Al fondo dos veces a la derecha"

Dijo el, cuando la mujer se fue intentó encontrar al hombre de nuevo, donde alguna vez vio su atractivo rostro solo estaba un grupo de niño señalando el tren en movimiento.

La sombre de alguien se asomó al borde su vista, en segundos el hombre de ojos violetas estaba frente a él acariciando sus propias manos ásperas y cansadas, un jadeo ahogado escapó de la boca de Nie Huaisang.

El omega había podido encontrar su voz y en un gran esfuerzo por no titubear le preguntó.

"Buenas tardes, ¿ha visto algo que le interese?"

Vio al hombre deslizar el anillo púrpura de su mano y lo dejo sobre la vitrina, rebusco en el bolsillo de su saco negro y sacó una nota atorada en una cajetilla, saco uno de los cigarros y lo puso entre los labios, después le extendió la nota.

El omega sintió un aroma fuerte entrar en sus fosas nasales, fue confuso reconocerlo, era una mezcla suave de Lotos, Menta y tabaco.

Aturdido leyó la nota, era un videojuego, lamentablemente este se había acabado apenas unas horas y la bodega no era una opción por mantenimiento.

"No puede fumar en este departamento Señor"

El otro hombre suspiro y boto el cigarro, su ceño fruncido se relajó un poco.

"lamento decirle que este se agotó hace poco, pero puedo revisar si..."

Fue interrumpido por la acción del mayor que le extendió una pequeña fotografía de un niño de ojos azules, cabello azabache y un mechón rebelde, en la foto sonreía grande sosteniendo un perrito que mordía la cinta blanca atada a su frente, adorable y adorable.

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