Perfecta Casualidad (CAMREN)

Capítulo 67.

LAUREN POV.

—No, amor ven aquí no llores—no se quiso ir conmigo y en cambio se fue a brazos de su madre.

— ¿Qué haces Dinah? Vámonos de aquí, arruinaron todo las dos, ahora miren como esta Karla —Normani habló y estaba molesta al igual que nosotras pero yo quería partirle la cara a Dinah por decir eso de mi hija.

— ¿Yo? Ella querrás decir —dijo la estúpida de Dinah.

— ¡Olvídate de salir con mi hija que no la dejaré nunca a tu cuidado y ahora lárgate de mi casa! —Camila seguía calmando a Karla en sus brazos, mi bebé tenía sus manitas aferradas a la camisa de Camila y seguía llorando.

—Vámonos, sal ahora —le dijo Normani sacando a su novia de la habitación.

—No me lo puedes prohibir, Karla es como mi sobrina así que...

—Suficiente, espérame afuera ahora —salió dando un portazo y me acerqué a Karla que no quería hablar conmigo.

—Nena, ¿me miras?

—No, tú no me quiedes —me gritó y ni siquiera se giró a verme.

—Lauren lo siento mucho no sé por qué dijo esas cosas, Camila discúlpenos —Normani se veía muy angustiada y no era para menos pero ella no tenía la culpa de tener una novia tan imbécil como Dinah.

—No importa Normani, tú no tienes que pedir disculpas y puedes venir a ver a Karla cuando quieras.

—Gracias, me tengo que ir —tocó a Karla en su espaldita dándole una leve palmada —te quiero muñequita, te quiero Lauren nos vemos —y se fueron del departamento.

—Bebé, habla con mamá, déjame explicarte lo que pasa —intenté hablar pero ella negaba y se aferraba más a Camila.

—Iremos a la habitación, espérame aquí ahora vuelvo —me dio un corto beso en los labios y se fue con Karla a su habitación. En verdad me daban ganar de salir y agarrarme a golpes con  Dinah pero no podía hacer eso.

¿Qué coño le pasa?

No sé cuántas veces he dicho esto pero lo que hice en el pasado lo estoy arreglando ahora y en verdad que lo estoy haciendo con ayuda de mi mujer. He tratado de ser la mejor mujer y la mejor madre para mi pequeña pero ahora con lo que dijo aquella imbécil todo se podría ir a la mierda. Sabía que Camila lo entendía y que sabía que daría la vida por Karla y por ella, estaba tan entregada a ellas que cualquier cosa que me pidiera lo haría.

No aguanté más y fui hasta su habitación, la puerta estaba entre abierta así que podía ver perfectamente a Karla en brazos de Camila, ambas estaban acostadas y mi pequeña se aferraba a su madre y había dejado de llorar un poco, ahora sólo sollozaba.

—Amor, ¿te puedo decir una cosita?

—Shi.

— ¿Sabes que Lauren te ama, verdad?

—No lo sé mami, sé que sí pelo la tía Dinah dijo que ella no me quiede.

—Las personas cuando están molestas no saben lo que dicen pero te juro que tu tía Dinah no lo dijo en verdad, ella mintió porque sabe que Lauren te ama, o dime una cosa, ¿Quién te da chocolate cuando yo no estoy en casa?

—Mi mamá Laulen.

— ¿Y quién te lee cuentos hasta que te quedas dormida?

—Mi mamá Laulen.

Yo no podía dejar de llorar desde la puerta de la habitación, quería ir con ellas y abrazar y besar a mi hija pero no podían saber que yo estaba ahí.