LAUREN POV.
El día había pasado de estar soleado a estar nublado y con una lluvia intensa, por suerte apenas salí de la oficina y comenzó a llover, no me gustaba mucho manejar así pero quería estar con mis mujeres ya. Era viernes así que me esperaba un grandioso fin de semana con mi familia. Cuando entré a mi departamento el lugar estaba en completo silencio, se escuchaba sólo el sonido del televisor y vi a mi pequeña viendo sus caricaturas, cerré la puerta y ella se giró.
— ¿Dónde está mi princesa?
— ¡Mamá! —corrió hacía mí y la cargué besando sus pequeñas mejillas —te estañe musho mamá, la abela vino.
— ¿Tu abuela vino? Pero si mi madre se iba a ir el fin de semana con tu tío Chris.
—Mi abela Sinu.
Camila salió de la cocina quitando su delantal algo manchado, sus ojos estaban rojos eso me indicaba que había estado llorando, me miró pero se giró para poner los dos platos sobre la mesa.
—Nena ve a ver televisión, voy a hablar con tu mami ¿sí?
—Shi mamá —besó mi mejilla y se fue.
—Hola mi amor, ¿Qué pasó? ¿Estás bien? —me acerqué poniendo mis manos en su cintura y pegándola a mí, estaba algo perdida y no me miraba —Amor, habla conmigo.
—Me...me iré a recostar porque no me siento bien, lo siento —se zafó de mis brazos y se fue. No la seguí porque supuse que quería estar sola, la comida estaba hecha y llamé a mi pequeña para que comiéramos. La puse sobre mis piernas cuando le serví su comida. Le di trocitos de carne, estaba demasiado suave así que no había problema con eso, había sopa también y un puré de zanahoria delicioso que a Karla le encantaba. Cuando terminamos, Karla se quedó jugando en la sala mientras yo lavaba los platos, fui a ver a Camila a la habitación pero estaba dormida así que no la molesté más. Supuse que Sinu le había dicho algo a mi mujer aunque no sé si era algo bueno o malo porque Karla incluso la llamo abuela. En fin, terminé y jugué con mi nena un rato hasta que mi mirada se fijó en el reloj y eran más de las ocho de la noche.
—Hora de bañarte, princesa.
— ¡Shi! ¿Puero ponelme mi pijama de vaquitas, mamá?
—Claro que si corazón, vamos —la cargué y nos fuimos directo a su habitación, le quité con cuidado su ropa y la metí a la bañera, jugamos un poco con el agua porque no me podía negar a nada que mi pequeña me pidiera. Un rato después la saqué y la cubrí con una toalla. La dejé en la cama sentada colocándole su ropita, le puse la pijama que me dijo y sequé su cabello con la toalla.
— ¿Qué tiene mami?
—No lo sé cariño, supongo que está cansada.
—La abela me dijo que me hada pasteles mami.
— ¿En serio nena? Que bien.
—Shi mamá y después mami Camz estuvo llodando.
—Tú no debes de preocuparte por nada mi amor, ahora voy a hablar con mami y todo va a estar bien, sólo está cansada pero ella ya va a estar más tiempo aquí contigo, ¿te gusta la idea?
—Shi mamá, ¿y tú?
—Yo también mi amor —frotó sus ojitos y bostezó — ¿quieres dormir, princesa?
—Shi —la cargué y la puse bajo las sabanas dejándole un beso en su frente.
—Descansa mi vida —ella fue cerrando sus ojitos y se fue quedando dormida, dejé su puerta entreabierta y su luz de noche estaba encendida. La tormenta seguía afuera pero agradecía a Dios que no hubiera truenos o Karla no se dormiría tan rápido. Fui hasta la cocina y puse jugo en un vaso para Camila pues no había comido nada y ya era algo tarde para que estuviera sin comer. Corté algo de fruta y la puse en un bol con yogurt de fresa que era su favorito. Lo puse en una bandeja y fui hasta nuestra habitación, ella seguía acostada en posición fetal y dejé la bandeja en la mesa.
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Perfecta Casualidad (CAMREN)
أدب الهواة¿Crees en el destino? ¿Crees en eso que la gente llama "casualidad? ¿Te has enamorado al punto de querer odiar el amor? No todo ha sido así siempre. Ella amaba. Ella reía. Ella creía. Ella se fue, pero ¿Quién dijo que para siempre?