Mató a mi familia por ayudar a Dante y a su madre, mató Gabriela; básicamente se dedica a arruinar la vida de todos y ya va siendo hora de que alguien arruine la suya. Dejo salir un suspiro cuando la puerta se cierra, giro sobre mis pies y me encuentro a un Dante ido, con su rostro descompuesto y pálido mientras sus manos se encuentran empuñadas haciendo que sus nudillos se tornen blancos.
—Lo solucionaré —digo acercándome, pero este reacciona moviéndose bruscamente.
—¡Está en peligro! —grita de repente y aprieto la mandíbula.
—Cálmate —susurro y este sin mediar palabra se gira para salir de la casa dando un portazo.
Dejo salir un chillido lleno de frustración y después de vestirme, salgo dando un portazo. No lo seguiré, no tengo tiempo para eso. Voy hacer algo mejor y eso será deshacerme de todos antes de ir por la perra mayor. A paso firme camino por las calles de Palermo, llevándome conmigo un par de mirada llenas de desconfianza que siendo sincera me importa un pepino. Aunque no es para menos, acabo de salir de una casa de donde probablemente se escucharon varios disparos y mi cara amoratada no deja muy buena impresión.
Me detengo cuando llego a la avenida que lleva a las afueras de la ciudad, justamente donde quiero ir. Sin pensarlo mucho, tomo aire y comienzo a correr haciendo que el viento me corte la cara, pero no importa. Sigo corriendo por aproximadamente diez minutos hasta que a lo lejos comienzo a ver la casa amurallada que está rodeada de camionetas y hombres armados.
Trato de tranquilizar mi respiración mientras mi garganta arde aclamando algún líquido. Dejo salir un suspiro y corro en dirección a los hombres armados. Esto me lleva a siete años atrás; cuando corría bajo la lluvia mientras era perseguida por los hombres que odié durante todo este tiempo, pero que irónicamente lideré. Ahora es diferente; ahora no tengo miedo, ahora no me intimidan, ahora no huyo. Los enfrento y si esto hubiese pasado hace siete años, me caería de culo por el miedo, pero justo ahora, las armas que me apuntan, no me intimidan. Y es por eso que camino en dirección a la puerta y noto que el guardaespaldas jefe de Flavio, está frente a la enorme reja.
—Quítate —digo tranquilamente y sus ojos azules recorren mi cuerpo de arriba abajo y no tardo en fruncir el ceño—¡quítate! —grito y escucho un zumbido. Mis ojos inmediatamente se van a su auricular.
Asiente con la cabeza un par de veces mientras escucha lo que le dicen por el auricular y segundos después alza la mano y los hombres inmediatamente bajan las armas. Me mantengo con el mentón en alto y espero a que las rejas se abran para mí, cuando lo hacen, camino seguida de dos hombres que me doblan en altura.
Pero lejos de sentirme intimidada, me siento lo suficientemente poderosa como para agarrar de los huevos al hombre que sale de la casa con una copa de vino y unos lentes oscuros. Me detengo al pie de la escalera mientras él se mantiene al principio de ésta, toma un trago par luego sonreír.
—¿Qué harás? —pregunta con voz melosa y ruedo los ojos.
Subo las escaleras y paso a su lado adentrándome en la mansión. Ya en el vestíbulo, la empleada se detiene cuando me nota y me acerco a ella a paso firme. Noto como se encoge y no puedo evitar sonreír.
—Consígueme ropa nueva, prepárame un baño de espuma y contacta a alguna boutique; necesito un vestido —digo mirándola a los ojos y ella pasa saliva—por favor —agrego dedicándole una sonrisa y en segundos sale corriendo.
Al girarme me encuentro con la mirada asesina de Flavio, sonrío y me acerco a él quitándole la copa y vertiendo el líquido en mi garganta.
—Tengo hambre —informo mirando al gorila tras Flavio y este enarca una ceja.
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SICARIA [Codicia #1]✔️
AkčníLas traiciones son mortales cuando de la mafia se habla, un mundo lleno de maldad y muerte que te consume a penas tocas su puerta. Sin necesidad de más, tu vida puede convertirse en un paraíso lleno de lujos o un infierno ardiente que te llena de te...