Daniel.
Salí de la habitación con un nudo en la garganta. Me dolió salir y dejarlo solo, mucho más sabiendo que todo lo que dijo es verdad.
Mí cabeza es un mar de dudas. ¿Que carajo tengo que hacer?.
A lo lejos vi a mí novio acercarse y trate de sonreír fingiendo que nada pasa y que hace menos de 20 minutos estaba cogiendo con el pibe que me gusta.
- Hola, Agus- Sonrió y se inclinó para besarme. Claramente se lo seguí pero no sentí ni un dos por ciento de lo que me hace sentir Valentín con una sola caricia, ese pibe me hace tocar el cielo con las manos con un simple toque.
- ¿Que estabas haciendo arriba?- Pregunto subiendo las cejas y me reí.
- Estaba en el baño, el de abajo estaba re lleno- Mentí como hece mucho lo hago.
- Sos un bombón, estás re lindo hoy- Me sonrió dejando atrás el tema anterior.
- Vos estás hermoso todos los días- Ahora no mentí, Agustín es hermoso, no solo físicamente y por eso me cuesta tanto, es una persona hermosa con un corazón de oro, no quiero lastimarlo, no se lo merece y tampoco que le esté mintiendo, eso lo tengo claro pero no me animo a dejarlo.
- Deja de mentir y veni para acá que te extraño- Me estiró la mano. Así me lo haces difícil, Agustín.
Me acerque a abrazarlo apoyando la cabeza en su hombro y la vista hacia las escaleras. Pude verlo bajar con la mirada gacha, claramente triste y eso es solo mi culpa.
Apenas levanto la cabeza empezó a caminar en dirección a nosotros así que me refugie en el cuello de Agustín.
Siento que algo se rompe dentro de mi cada segundo que paso lejos de él.
Unos instantes después Agus me pidio que vayamos a buscar algo para tomar a lo que accedi. Caminamos hasta la cocina mientras yo miraba para todos lados para ver si Valentín saguia en la casa. No definí si por suerte o desgracia, ya no estaba.
Me apoye en la mesada cómo hece un poco más de una hora y Agus se acercó a besarme de la misma forma que hizo Valentín anteriormente.
Me invadieron las ganas de llorar cuando entendí que con nadie siento lo que con él. Quiero salir corriendo e ir a buscarlo.
- ¿Vamos a bailar un ratito?- Me susurró después de unos segundos cuando nos separamos.
- No tengo muchos ánimos, no se porque vine pero vamos- Respondí con media sonrisa.
En realidad si se porque vine, esto está clarísimo, vine porque necesitaba a Valentín.
- Entonces no Dani, mejor vamos a dormir, ¿Te parece?- Ofreció con una sonrisa comprensiva.
No merezco que Agustín este preocupándose por mí cuando yo lo estoy engañando hace un montón de tiempo. Agustín no se merece nada de lo que estoy haciendo.
- No lindo, vos viniste a divertirte. Mejor vamos a bailar con los chicos- Si bien a Agustín no le gustan mucho salir, cuando lo hace es porque necesita desperjarse.
Agarre su mano y nos guíe hasta el centro de la pista por así decirlo. Me movía pegado al cuerpo de Agus tratando de disfrútalo lo máximo posible, cuando le cuente todo lo que siento no creo que me quiera volver a ver. Pese que no lo amo, o al menos no como novio, disfrutó mucho de su compañía, es una persona a la que le brota la alegría y el amor.
- ¿Me la dejas?- Le pedí la botella de vodka que tenía una chica que estaba pasando al lado de nosotros. Ella me sonrió y me estiró dicha botella - Muchas gracias, te ganaste el cielo- Nos reímos y se fue dejándonos solos nuevamente. Me di varios tragos a la bebida mirando a Agustín que sonreía divertido. - ¿Que te pasa bobo?- Pregunté altanero.
