¿Cómo había llegado a esta situación? La pregunta surgió sutil dentro de mi cabeza, pero yo no podía pensar en otra cosa, simplemente las condiciones no se prestaban para eso.
Mi pulso se había disparado, frenéticamente, compulsivamente y aún así yo no podía moverme, y no quería moverme; tampoco podía dejar de mirarlo.
Era consciente de que Harry estaba sentado a la orilla de la cama y que sus manos me sostenían fuertemente. El color rojo de mi vestido sobresalía en contraste con su ropa que comúnmente utilizaba y yo advertía mi fragilidad con él, como si fuera de porcelana.
Entonces se deslizó sobre mí. Su boca rozó mis labios y sin querer, había entreabierto la boca; se había robado mi aliento. Su lengua jugueteó con la mía la vez que sus labios se movían posesivamente sobre los míos. No noté cuando cerré los ojos y me dejaba llevar con la sensación más embriagante de mi vida.
Se separó lentamente de mí casi como advirtiendo que también se robaba mi respiración. Sólo un momento antes de sentir mi labio inferior entre sus labios; lo estiró una vez, dos veces, hasta que mi inhalación se agitó. En aquel momento fui sensata del pequeño dolor que surgía de mi labio y del líquido rojizo que empeñaba mi boca. Lo miré recorrer con la punta de su lengua el contorno de mi boca, limpiando todo rastro, de lo que parecía ser sangre.
Sus rizos tocaron mi mejilla cuando su lengua acarició mi cuello y después se detuvo en mi pulso que latía frenéticamente, al ritmo de mi propio corazón. Sus dientes mordían y acariciaban la piel de mi cuello. No grité cuando, claramente sentí que sus dientes se hundían y rasgaban mi piel. Al momento pareció doloroso, pero después… después me pareció la cosa más erótica que había sentido en mi vida, si es que había sentido algo así antes.
El ardor que sentía en mi cuerpo me estaba volviendo loca, pero yo no podía moverme, incluso mi vista pareció borrosa mientras sentía como él bebía.
Harry se separó de mí, y entonces pude verlo. Sus rizos salían en todas direcciones de su cabeza y sus ojos estaban entrecerrados, sólo me había mirado una vez así, y aquella vez, sonreía. Ahora parecía que la sonrisa estaba en sus ojos, esos ojos que me decían que tenía el control sobre mí. Su boca era roja y estaba tintada de sangre… ¡Mi sangre! Hasta ese instante lo había comprendido: Había bebido mi sangre. ¿Qué era Harry? Era como si todo el tiempo que conviví con él, no fueran más que mentiras…
Me miraba directo a los ojos y un escalofrío recorrió mi columna vertebral, haciendo que mis terminales nerviosas se agitaran a la velocidad de la luz y que se llevaran mi corazón con ello.
Miré como mojó sus labios, llevándose todo rastro de mi propia sangre de su boca; pareció saborearla y disfrutarla. Sus ojos volvieron a capturar los míos; algo borroso, algo rápido, y no percibí su muñeca sobre mis labios; probé un sabor cobrizo dentro de mi boca que muy pronto fue borrado por el sabor adictivo de sus labios y saliva.
Sus manos bajaron por mi espalda y la recorrieron a la vez que se llevaban el cierre de mi vestido hasta abajo, y se deshizo de él. Mi ropa interior negra con puntitos blancos relució a la luz de Luna y ante los ojos de Harry.
—Eres mía, _______ —susurró cuando su mano desabrochó mi sostén. Lo apartó y tomó mis senos entre sus manos. Su mirada me devoraba y en verdad decía que era sólo suya.
Maldijo en voz baja; un parpadeo y al siguiente, estaba tendida debajo de él. Harry sin ropa y yo, tan sólo con mis panties; vulnerable y pequeña para él. No podía creer cómo lo había hecho, pero su ropa se había ido, y no podía dejar de mirar su pecho desnudo. Lo hermoso que parecía así. Lo fuerte que parecía así. Lo perfecto que era así.
Su grande mano bajó por mi abdomen desnudo dejando marcas de intenso calor por donde me tocaba. Se detuvo un momento antes de hacer rodar mis panties por mis piernas.
Mi corazón se había saltado un latido: ¿Cómo es que había llegado allí? Yo nunca había besado a alguien y nunca me habían tocado como Harry estaba haciendo en estos momentos. Su mano se detuvo en lo más íntimo de mi cuerpo y jugó un rato ahí, antes de que sus dedos se hundieran muy profundamente dentro de mí. Las mariposas revolotearon por todo mi cuerpo y mi espalda se arqueó.
—Harry —pronuncié su nombre. Era una súplica. Pero ya no sabía si quería que se detuviera o no.
Separó mis piernas y se acomodó sobre mí. Su cuerpo se tendió sobre el mío y aspiró el olor de mi cabello.
—Calma, pequeña —su cálido aliento, chocó contra mi oreja y fue lo único que dijo antes de sentirle invadir mi intimidad. Dolía.
—¡Para, Harry! —me oí decirle. Apretaba las sábanas con fuerza y él besó mi frente mientras se introducía más adentro. No podía soportarlo, era muy grande para mí. Cuando volvió a salir y entrar, todo pareció diferente. Incluso mientras lo hacía más rápido. Mis manos se abrazaron a él y arañaron su espalda firme. Podía escuchar y sentir mis propios jadeos y los de él cuando logré rozar el cielo con los dedos.
Tendría que ser un sueño, algo irreal. Mi corazón estaba aún acelerado cuando Harry me atrajo hacía él y me acunó en su pecho… Era sólo un sueño…
Había tardado más de 6 meses en darme cuenta de que estaba enamorada de Harry. Todas siempre iban detrás de él y yo no podía soportar ser como todas. Creo que lo conocía mejor que todas: Me sentía tan feliz poder hablar con él acerca de los autores de los libros que habíamos leído. Ninguna de ellas podía hablar con Harry como lo hacía yo. Pero incluso después de que me regalara un libro en mi cumpleaños, estaba convencida de que era amistad. Me quería como a una amiga y yo, estaba dispuesta a quererlo de esa forma.
Adoraba a “Rizos”, como todos lo llamaban… y él era bastante selectivo con las personas que les hablaba. Se podría decir que me sentía: importante. Aunque no era atractiva en absoluto, Harry había visto algo adorable en mí y con eso me bastaba.
Claramente, no supe en qué momento me dormí, ni cuanto había dormido hasta este momento, había soñado con Rizos, pero la mañana había llegado y tendría que volver pronto a casa, ¿me habían cedido el permiso para no llegar a dormir a casa? ¿Me habían dejador ir a la fiesta en casa de Louis? Creo que también eso era un sueño, nunca me dejaban salir sola de casa; siempre en compañía de mi hermano, Niall.
No quería todavía que la luz de la mañana tocara mis ojos. Así que di mi último aliento perezoso antes de acomodarme para abrir los ojos. Me sorprendí que fuera real de que sí me habían dado permiso para irme de fiesta, porque obviamente este no era mi cuarto.
Mi pie tocó el suelo frío y de inmediato cubrí mi cuerpo desnudo, ¿estaba desnuda? Tragué saliva; yo nunca dormía sin ropa. Vagamente, recuerdos de que había bebido 3 tragos de licor, asaltaron mi cabeza. Enrollé mi cuerpo perfectamente y entre al baño. Era estúpido que 3 tragos de licor hicieran lo que hicieron conmigo. Nunca bebía, pero, ¿3 tragos de licor? Un débil temblor hizo que recordara lo que 3 sorbos de licor habían hecho para abalanzarme sobre Harry… ¿y luego? Mordí mi labio inferior y di un brinquito cuando con la lengua sentí una pequeña herida.
¡Fue un sueño! Abrí de inmediato el grifo del lavabo y mojé mi cara para despertar: Ciertamente hay 2 cosas que son imposibles: Una; que los vampiros existan y dos; que Harry y yo… Cuando levanté la mirada hacia el espejo, mi vista captó dos puntitos en mi cuello, los toqué con sobresalto, ¿qué estaba pasando?
—No te dejaré ir, _______ —logré ver a través del espejo que Harry estaba apoyado en el marco de la puerta. Me giré para verlo horrorizada: No puede ser verdad… Harry es un… —Vampiro —como si hubiera leído mi mente. —No me tengas miedo, pequeña, siempre has sido mía y he esperado demasiado tiempo por ti; nunca te haría daño. —Fue un borrón, porque al siguiente instante, estaba parado frente mí, con su pulgar acariciando mi mentón.
Lo de anoche… no fue un sueño…
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Surreal [Harry Styles y Tú] One Shot|Erótico|Vampírico
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