- ¡Kisame buen día! –
- Buen día mi zorrita, te traje tu café –
- Idiota – el rubio tomó su café
- Itachi hola –
- Kisame – el azabache le sonrió a su amigo – Naruto encontró estos papeles en su casa, eran de su esposa –
- déjame ver –
- Parece ser que es un contrato con alguna farmacéutica, tal vez la que se encargó de distribuir el medicamento, debes revisarlos muy bien, ¿Deidara ya tiene algo? – preguntó el rubio
- En eso está, pero la seguridad en la empresa en demasiado buena, hay cámaras por todos lados, la mejor opción que tenemos es... - Kisame hizo una pausa, antes de mencionar su nombre – Sasori, él es nuestra mejor opción –
- Bien, ¿vendrá o irá al bar? –
- Irá al bar, es mejor no levantar sospechas –
- Bien, entonces los dejo trabajar, necesito ir a mi terapia, mmmm Kisame... ¿podrías ir por mí al consultorio? Mi Psicóloga pidió que alguien vaya por mí – pregunto un poco tímido.
- Lo siento mi amor, pero no me dará tiempo, tengo que ver a tu ex– cliente, ya sabes el tipo del divorcio –
- Entonces hoy te quedaras sin lo tuyo – dijo en forma burlona el rubio, sonriéndole como solo él lo sabe hacer, tan tiernamente.
- Yo puedo pasar por ti y de ahí nos vamos al bar ¿Te parece? – el pelinegro trato de no sonar ansioso, ninguno de los dos había comentado nada sobre el beso, pero quería la oportunidad de aclarar las cosas.
- Está bien, te mando la ubicación – sin poderlo mirar a los ojos, el rubio se despidió y salió de la oficina.
- ¿Qué pasó? Y no me digas que nada porque conozco esa mirada tuya y mi rubia ni siquiera te miró jajajajaja –
- Yo... lo besé, no aguante más y lo besé –
- Si serás jajajaja ¿él correspondió el beso? –
- sí, aunque fue muy pequeño, pero si –
- Felicidades, mereces ser feliz y Naruto también –
- No, no está bien, si Sasuke se entera puede lastimarlo, a Karim, peor a su hija, no podría ser capaz de perdonarme algo así –
- Por eso mismo estamos buscando como encerrar a tu hermano, vamos sólo deja que las cosas fluyan –
- Si, quizá tengas razón –
Naruto llegó al consultorio de la psicóloga, saludando como siempre y con nervios, miedo, con muchos sentimientos encontrados, sabía que esa terapia iba a definir muchas cosas en su vida.
- Naruto buen día, pasa –
- Gracias –
- Tranquilo, verás que esto te ayudará mucho y entenderemos muchas cosas. Bien primero recuéstate en este sillón, bien cierra los ojos y respira profundo, no pienses en nada más solo escucha mi voz y las indicaciones que daré, ¿Entendido? –
- Si –
- Bien, voy a contar hasta 100, vas a respirar profundo 3 veces, yo te indicaré, y vas a pensar en tu primer sueño, donde te encuentras. Comenzamos, uno, dos, tres, respira profundo no pienses en nada, sólo es mi voz y tu sueño profundo, cuatro, cinco, seis... - la cuenta siguió y la psicóloga seguía dando indicaciones, hasta llegar al número 100. -¿Naruto donde te encuentras? –
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Nos pertenecemos
Фанфик¿Puede un amor sobrevivir a través del tiempo? No importa cuantas vidas tenga que vivir, te encontraré y siempre te amaré