Parte 3

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¡Enjoy!

...

Al volver al piso de la manada, los miembros finalmente pueden tomar una merecida ducha. Los tres baños del piso son ocupados primero por los hombres lobo, después lo hace el cerbero y el agente federal. En tanto, estos últimos se permitieron hablar del caso, y una vez más el castaño encontró al detective hablando con cierto tono soñador de su padre.

Estuvo tentado de preguntarle si acaso le gustaba, o si solo es una admiración tipo "amor platónico", o más honestamente sobre su trabajo. Sin embargo, se guardó todas sus preguntas, y para cuando los cinco pudieron descansar hasta la mañana siguiente, durante el ejercicio matutino, los hombres lobo y el cerbero intercambiaron tácticas de batalla cuerpo a cuerpo en el gimnasio del piso inferior en el edificio.

Esa mañana, fue Hale contra Parrish, y Buckley contra Díaz. Si el Ranger señalaba cada que la oportunidad se presentaba, la tensión sexual entre Hale y el agente Stilinski; él no estaba siendo menos esa mañana con el SEAL. La relación entre ellos en efecto es algo más estrecha e íntima, da pauta para ciertos comportamientos. Parrish estaba curioso al respecto, y sabe que el agente federal también, por lo que cuando el detective mencionó el coqueteo de sus compañeros durante el desayuno, el castaño puso voz a sus propias inquietudes.

― ¿Exactamente qué tipo de relación tienen ustedes dos? ¿Son novios y tratan de mantenerlo en secreto?

― No. ― Respondieron al unísono.

Pero ambos tenían esa sonrisa que dejaba entrever que estarían más que encantados con que así fuera. La atracción mutua era obvia, pero el castaño no deducía todavía por qué en tal caso no lo hacían oficial.

...Flashback...

Durante la colaboración aquella en Dam Neck, Buckley y Díaz se habían conocido de una forma mucho más, íntima.

El Ranger no podía relajarse. Casi nunca tenía oportunidad de estar cerca de otro hombre lobo. Y ahora está ahí, revisando el equipo táctico para la misión que iniciarán en un par de horas.

― ¿Qué, teniente Buckley?

― Buck. ― Dijo. El teniente Díaz elevó una ceja con interrogación. ― Puedes llamarme solamente Buck, me siento más cómodo.

― Oh, bien. Entonces, Buck ¿pararás de mirarme en algún momento? No quiero que te distraigas en la misión.

― Jamás lo hago. Soy un Ranger, teniente Díaz.

― Bien, entonces ¿qué pasa?

― Somos iguales, estoy completamente encantado aquí, Eddie. Puedo llamarte Eddie, ¿verdad?

― Ya lo hiciste.

― Pero si te molesta, lo dejaré de hacer.

― No es necesario. Así que, estás pegado a mí mirándome como si me quisieras saltar encima, porque soy hombre lobo como tú, Buck.

El rubio asintió.

― No he conocido muchos como nosotros.

― ¿Qué hay de tu familia?

― Ellos son personas normales.

― ¿Fuiste mordido?

― Sí. Lo supiste por mi olor, ¿verdad?

― Sí.

― ¿Y tú eres un lobo nacido?

― ¿Por qué lo piensas?

― Hueles diferente. Los pocos hombres lobo que he conocido huelen más como yo, y coincidentemente todos fuimos mordidos. Así que estoy fascinado, quiero preguntarte tantas cosas.

WILD HEARTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora