Capítulo 5

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(TW: Maltrato, relación tóxica)


Apenas unos días después de que sus sentidos le traicionasen y creyera ver a Yoongi, Jimin se encontró con Jungkook y Hoseok escabulléndose para entrar en palacio en medio de la noche. Para alguien que se había pasado más de la mitad de su vida careciendo de propósito y limitándose a observar lo que sucedía a su alrededor, era más que evidente que estaba a punto de ocurrir algo fuera de lo común.

Hoseok tramaba algo, y a él no hubiese podido importarle menos de no haber sido porque había arrastrado a Jungkook con él. Jimin se sentía responsable del joven bailarín y no iba a permitir que nada le ocurriese. Hoseok no le arrebataría nada más. En cuanto el menor de los dos desapareció de su vista, se acercó al príncipe, dispuesto a dejarle las cosas bien claras.

-No sé en que andas metido, pero si vas a poner en peligro a Jungkook, tendrás que vértelas conmigo. Ya me robaste a Yoongi...¿acaso no te bastó con eso...?-dijo, dejándose llevar por la rabia.

-No sé de qué hablas, Jimin-respondió el príncipe, sereno.

-De ti, Jung Hoseok. De ti, de lo perfecto que eres. Luchando siempre por las causas más justas... ¿Por qué eres así? Yo maté a Yoongi, es como si lo hubiera matado yo...-Jimin temblaba y combatía las lágrimas que asomaban a sus ojos, furioso y confundido al mismo tiempo-Yo lo maté, pero aún así siguió siendo tuyo. Nunca pude...nunca...¿Por qué Hoseok...? No te entiendo...

-Te prometo que cuidaré de Jungkook...-respondió Hoseok, más confuso todavía.

Pero hacía rato que Jimin ya no estaba hablando de Jungkook.

-No, Hoseok. No puedo...¿Por qué...? Siempre has sido bueno y valiente y yo...yo no soy nada. No es justo. ¿Por qué no eres como los demás?¿Por qué no eres un poco egoísta...?¿Por qué...? Ni siquiera me odias. Es como si no fueras humano. Si yo fuera tú...Hoseok, debiste haberme matado. ¿Cómo puedes hablarme...?¿Es que no te da asco mirarme...después de lo que te hice...? Después de lo que os hice...a ti y a Yoongi, porque no podía soportar que él te prefiriera a ti...

Hoseok apenas entendía lo que decía Jimin, y seguía sin sentir demasiada simpatía por él. Pero lo cierto era que el chico, al hablarle por primera vez, estaba soltando, de manera desordenada y confusa, todo lo que había guardado dentro de sí durante años. Estaba hecho un absoluto desastre y las lágrimas brillaban en su rostro. Hoseok no se lo pensó demasiado y, en cuanto Jimin dio un paso para acercarse a él, lo envolvió en sus brazos.

El desesperado abrazo hizo que Jimin prorrumpiese en sollozos violentos, incapaz de decir una palabra más. Aunque no veía el rostro del príncipe, notó que este también lloraba. ¿Por qué...? El joven bailarín lo odiaba; lo odiaba porque era incapaz de comprenderlo. No le debía empatía ninguna, no le debía abrazos. Su alma no podía extender su bondad hasta él. No merecía más que odio y desprecio. ¿Por qué le abrazaba y lloraba con él?¿Por qué no escupía a sus pies, por qué no lo golpeaba? Se dejó vencer por la suavidad de sus brazos y su llanto fue cesando poco a poco.

Así los encontró Agust, y no lograron separarse a tiempo. Hoseok saludó al rey con una reverencia y continuó su camino por el pasillo. En cuanto el príncipe salió de su vista, Jimin sintió como su amante lo lanzaba contra una de las columnas de un empujón, sus largas manos cerniéndose sobre su cuello, apretándolo con violencia, uñas hundiéndose en su blanca piel. No era la primera vez que algo así sucedía, de modo que no se sorprendió. Sabía que al día siguiente tendría el cuello amoratado y dolorido.

The king and the dancerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora