S A F E || John Wick

【Ｃｈａｐｔｅｒ Ｆｉｖｅｔｅｅｎ】

Habían transcurrido casi las dos horas y Mandy ya se encontraba vestida, maquillada y peinada cuando el teléfono de la habitación sonó.

—¿Sí? —Preguntó levantando el teléfono y colocándolo en su oreja, mientras trataba de ponerse un arete con ambas manos.

—¿Estás lista? Llegué al hotel hace casi media hora, pero no quise molestarte, estoy en mi habitación pero quería saber si ya habías terminado de arreglarte.

—Sí, ya salgo.

—Te espero abajo. —Dijo y colgó. La chica terminó de arreglarse, tomó el abrigo nuevo y salió del cuarto.

Bajó las escaleras y salió del edificio, encontrándose con John mientras fumaba un cigarrillo; éste al verla lo tiró lejos y se acercó.

—Wow... —Dijo sin quitarle la vista de encima.— Estás... wow. —Estaba atónito.

—¿Me veo bien?

—Te ves preciosa. —Dijo finalmente logrando articular las palabras. La chica sonrió negando con la cabeza y agachó la mirada.

—Tú tampoco te vez mal. —Dijo ella y se acercó a él.— Aunque en realidad así te ves siempre. —Una vez más dio otro paso a él y notó un leve raspón en la mejilla izquierda del chico.

—¿Nos vamos? —Dijo señalando el auto tras él.

—Falta una cosa más, ¿me ayudas? —Le dijo teniéndole la mano y depositando algo sobre la suya. Era el collar que le había regalado en su cumpleaños, aquella cadena de la que colgaba la inicial de su nombre.

John lo tomó con delicadeza y sonrió involuntariamente al sostenerlo entre sus dedos. Mandy se dio la vuelta y él pasó la fina cadena al rededor del cuello de ella, atorando el pequeño broche en la parte de la nuca. Una vez puesta, colocó sus manos por encima de los hombros de Amanda y la giró, quedando frente a frente; tenía un leve brillo en los ojos que lo hacía no poder dejar de mirarla.

—¿Ahora sí nos vamos? —Dijo ella retrocediendo un poco ruborizada.

—Seguro. —Respondió y subieron al auto.

El lugar de su llegada estaba conformado por un gran edificio parecido a una casa y en medio de lo más acertado a un bosque, Parc Du Domaine Vert era el lugar al que habían arribado. Salieron del auto dejándolo en manos del Valet parking que los recibió en la entrada.

Caminaron para adentrarse en el vestíbulo del lugar donde se mezclaron con la demás gente del lugar. Mandy veía a John caminando entre todos y saludando a las personas que lo reconocían con facilidad.

—Jonathan que gusto verte. —Dijo un hombre no tan mayor acercándose a ellos.— Y veo que no vienes solo.

—Buna noche, Winston; la verdad me complace decir que me acompaña es nada más y nada menos que Amanda Warren.

—¡Amanda, claro! Hija de Arthur, con razón su cara me daba la sensación de haberla visto antes, no sé cómo pude olvidarla. —Se acercó a su, tomó su mano la besó en mejilla.

—Mucho gusto, señor.

—Winston, llámame sólo Winston.

—Gracias por invitarnos, el lugar es maravilloso. —Habló John una vez más.