Llegas y haces un desastre, eres tranquilo pero tus pensamientos son un completo tsunami.
Eres la debilidad en cuerpo y alma, eres la inestabilidad en el amor, te busco, te encuentro, pero te evaporas, me pides, me exiges y yo cedo, ¿A qué juegas B...
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La voz fuerte de Pierina logra que aleje la cobija que hace unos segundos me cubría el rostro, esto es casi todos los días, ella no puede ducharse sin cantar, dice que según porque eso logra que toda la flojera se drene de su cuerpo.
No necesito de una alarma si con ella me basta y me sobra. Ya fuera de cama y totalmente tendida voy hasta mi cuarto de baño, ambas habitaciones tienen un baño y uno más para las visitas, pero la tubería del cuarto de baño de Pierina está en mal estado y aún no la vienen arreglar, así que, por eso, ella se ducha en el baño para visitas.
Yo me doy una ducha rápida, ya que por la noche me di una larga y extendida, así que solo lo hago para terminar de espabilar el sueño. Es domingo, día de no salir de casa, pretendo preparar algunas cosas pendientes para la semana, esto de trabajar para otras personas no me ha sentado bien, pero me ayuda mucho a no querer estar buscando primicias, y realmente, corrijo y lo acepto, si me siento bien, no más trasnochos, momentos libres y no más demandas.
Si, vivía sumergida en demandas de las personas que salían perjudicadas por mis publicaciones, me gane mucho odio y lo cierto es que de todas esas personas que llegaron a despreciarme, solo una me llegaba a lastimar y hacerme sentir muy mal, si, Balián Hunther. Era quien más me dejaba saber cuánto desprecio sentía por mí.
Las cosas de pronto comenzaron a cambiar entre ambos y del odio pasamos a tener encuentros íntimos, yo, la muy tonta e ilusa Grace, me hice una película bien romanticona con final feliz y realmente no llegamos ni a la parte donde él por fin se decide por mí.
Y aquí estoy, aquí me encuentro, en un nuevo departamento, con mi mejor amiga y más oculta de lo que esperaba, Nadie sabe mi dirección, ni siquiera mis padres, todo por querer lograr que el segundo de los Hunther no de conmigo, suficiente tengo con la terquedad de querer trabajar para los Slyber, teniendo él un reconocido emporio familiar.
Pero así es Balián, en unos días esta y en otros no, en unos días se hace el interesante y en otros no, en unos días se arriesga y en otros realmente todo le da igual. Y es por ello que me he puesto como una meta, no buscarle y darme un jodido respiro de su presencia, de su mirada, de sus labios, de su aura bohémico que, aunque no quiera admitir, me atrae como imán.
– ¡Desayuno listo! –la voz de Pierina logra que aparte la mirada del espejo, dado que estaba cepillando mi cabello, mismo que me ha crecido, y mucho –Yogurt con granola y una rica taza de leche tibia con miel.
– ¡Voy! –dejo mi cabello suelto para que en el trascurso del día se me seque.
Con prisa salgo de mi habitación, agradezco a la pelinegra que acepto el buscar otro departamento, si por ella fuera lo busca en Tombuctú, solo para mantenerme alejada de mi problema mental que es Balián. La encuentro sentada frente a la encimera, con su taza de yogurt y granola, a esto le agregamos su móvil horizontal mientras ve una de sus tantas series.
