El Intérprete ©

Indagación

Adquirir un nuevo teléfono había sido una excelente decisión. Gracias a la privacidad que ofrecía podía mandarle mensajes a Marcela sin ser descubierto. Le gustaba coquetear con ella por ese medio y buscaba oportunidades para escribirle, así sentía que la tenía atenta a él. Durante las noches que no compartían le contaba sus más ocultas fantasías.

Max 20:01

¿Qué piensas de los tríos?

Marce 20:02

Que ya no hay tantos como antes

Max 20:02

Ja, sabes a qué me refiero...

Marce 20:03

No lo sé, tal vez

Max 20:03

¡Loca!

Marce 20:05

Siempre hay que probar cosas nuevas

Max 20:06

Tienes algún candidato

Marce 20:10

No. ¿Tú sí?

Max 20:10

Tampoco

Marce 20:12

Por ahora creo que contigo me basta

Max 20:12

Eso me gusta. Oye, ¿quieres salir?

Tengo ganas de cenar.

Marce 20:14

Suena bien

Max 20:14

Te veo en media hora

Su última conversación fue un intento de conseguir información sobre el famoso inglés que había mencionado Sofía. Indagó como pudo en más de una ocasión y no logró que ella le hablara de algún enamorado o siquiera un pretendiente. Dar con el hombre en redes sociales fue muy sencillo, pero no existía información sobre su relación sentimental actual.

Ellos comenzaban a salir en público aunque las reglas seguían siendo claras: nada de exponerse. Si alguien los encontraba, ellos eran solo dos compañeros de trabajo que salían a distraerse, pero nada más.

Era fin de semana y fue directo hasta la casa de los padres de Marcela. Antonella pasó solo parte del día con él, su convivencia iba haciéndose cada vez menor debido a sus trabajos, y llegada la noche sintió la necesidad de alguien más.

Se estacionó una calle antes y pronto su ventana fue tocada.

—¿Qué se te antoja? —le preguntó su jefa después de subirse al coche.

Max resopló y luego la contempló divertido.

—Unos tacos, pero no quiero ofenderte —se rio porque casi podía asegurar que ella no se pararía en un puesto callejero a comer de pie.