Band Aids, plis! 《Minsung》

🌸Diecisiete🌸

Dos golpes en la puerta robó el aire del omega, quien no dudo en levantarse a duras penas e ir a la entrada, él no hacía eso, no lo tenía permitido.

"Si abres la puerta cuando no estoy o sin mi permiso te irá muy mal ¿Entendido"

Tragó saliva nervioso e inseguro miró por el agujerito, era Minho, miraba hacía abajo y hablaba ¿Está con Felix?

—Hm...—Se movió nervioso, no quería no abrirle pero moría de miedo de que su hyung se enojara y le dejara en peor estado, además, si abría, Minho vería la sangre y claro, querrá entrar y curarle.

Eso sería como una bala directa a la frente de Jisung, una muerte segura, el olor quedaría en su cuerpo y casa, además de que el solo hecho de que Felix esté en la casa le vendrían problemas, no puede abrir la puerta, es la regla número uno, la segunda es no ir al sótano y la tercera es obedecer.

—¡Jisung!—Se tensó.—Estoy aquí con Felix, él quiere entrar—Comentó preocupado.—¿Estás ahí?—Jisung mordió su labio y se fue a su cuarto en silencio, era obvio que el alfa intentará ver por el hueco de la llave, así fue, Minho se agachó y observó notando el lugar vacío, frunció el ceño extrañado.—¿De verdad lo viste llegar?—Miró al menor, este asintió seguro.—Hm...—Rascó su cabeza pensativo.—Quizás se fue con él-Felix le miró mal.

—Papá no shale—Afirmó con una pronunciación extraña.—No puede, no tene pegmitido—El alfa asintió lentamente.

—Entonces...Literalmente cuando fue al hospital ¿Fue la primera vez que sale en años?—Asintió dándose la vuelta, el mayor volteó a ver la puerta y suspiró siguiendo al niño.

—Wouh...She's hot~—Cantaba el alfa mientras comía.

—¿Quién es caliente?—Preguntó Minho a su lado, Changbin se ahogó comenzando a toser.

—Mierda, Lee—Tose.—No debes hacer eso, puedes matarme—Se quejó.

—Hay niños presentes, Seo—Dijo cubriendo las orejitas del pecoso.

—O-Oh, lo siento Lix—El nombrado sonrió.

—No se preocupe, hyung—Le resto importancia.—Hyung siempre dice cosas como esas a mi papi—Se fue al living a mirar televisión, el par se miró y luego al chico.

—Es muy fuerte para ser un niño ¿No crees?—Siguió comiendo.

—Yo creo que tiene un padre muy fuerte que le enseñó a también serlo

—Y...¿Qué sucedió?—El pelinegro suspiró.

—No abrió la puerta, supongo que quizás estaba dormido o algo así...—Mordió su labio.—Felix deberá quedarse un par de días más...—Se dio la vuelta y caminó encerrandose en su cuarto.

—Ash...—Hizo una mueca.—Espero de verdad esté bien...

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Han se retorcía entre las delgadas mantas que tocaban su cuerpo, la capa de sudor se hacía cada vez más notoria, su presión comenzaba a bajar, los espasmos y quejidos era cada vez más continuos, los pensamientos comenzaban a alterarlo, su cuerpo temblaba y sus ojos estaban cerrados, se sentía tan aturdido, su cabeza dolía demasiado, su corazón estaba acelerado, se sentía mareado, quería correr al baño pero realmente su fuerza se había perdido, solo podía aferrarse a la sabana y esperar que todo termine.

La puerta chilló lentamente, un alfa con el humor por el piso y una mala cara pisó la entrada, aplastando el sucio tapete de bienvenida, caminó gruñendo al sentir el olor a sudor y feromonas desde el cuarto, llegó y no esperó encontrarse al omega en pésimas condiciones.

Piel palida, totalmente sudado, su cuerpo sufriendo temblores, soltando quejidos, el omega estaba sufriendo hipotensión y los síntomas por falta de sangre.

Y claro el Alfa no haría nada para ayudarle, incluso si eso significaba dejarle morir, de todos modos, para él sería sacarse un peso de encima, bueno, eso hasta que notó que el omega se detuvo abruptamente.

—Mierda...No—Tiró el bolso y corrió al pelinegro.-Jisung -Lo movió, este estaba totalmente quieto, gruñó y volvió a llamarle.-¡Mierda, omega, despierta!-Su corazón se aceleró, quitó las mantas dejando ver la gran mancha de sangre que adornaba la remera gris del menor, sus ojos se agrandaron.

—¡Mierda...!—Mordió sus uñas.—¡Agh!—Sacó su teléfono y llamó a emergencias, a los segundos fue atendido.—¡Hola...! Necesito una ambulancia de inmediato, mi esposo perdió demasiada sangre—Dijo desesperado, la mujer del otro lado de la linea preguntó por su dirección la cual fue dicha.—Por favor vengan de inmediato—Cortó y miró al pálido chico.—Joder, Jisung...Por favor no mueras—Acarició su mejilla notando lo fría que estaba.—¿Jisung...?—Tragó saliva asustado y apoyó su oreja en el pecho del menor esperando con ansías escuchar el golpe, a los pocos segundos, un vago latido se escuchó, suspiró aliviado.

Por lo menos no había muerto.