Misofobia y un amo de casa (SakuYama)

One short

Aunque me cuesta mucho tener que admitirlo...porque soy muy feliz al estar casado con mi querido esposo, pero mi matrimonio está en crisis...

Conocí a Sakusa cuando me mude a Tokio para estudiar mi carrera universitaria, nos enamoramos y hace tres años que estamos casados, él es de cierta forma peculiar, tiene la manía de limpiar TODO, todo el tiempo debido a su misofobia. Cuando apenas estábamos saliendo me parecía un poco extraño pero no me molesta en lo absoluto, sin embargo ahora que Kiyoomi está más tiempo en el trabajo y tiene menos tiempo libre para estar en la casa y pasarla juntos, a veces su manía lo carcome por dentro y a pesar de que estamos desnudos en nuestra cama matrimonial, él se inquieta y aunque promete regresar después de limpiar, obviamente son mentiras, para cuando él termina de asear la casa que por cierto yo ya me encargo de eso porque soy amo de casa, yo me encuentro tendido sobre la cama medio dormido y decepcionado, algunas veces me despierto cuando siento que el lado derecho del colchón se hunde y es entonces cuando escucho los suspiros de Kiyoomi, quien apenado sólo atina a besarme la frente para dejarme seguir durmiendo.

Amo a mi esposo, nunca le seria infiel, ese no es el problema. Yo realmente quiero avivar nuestra relación, a veces cuando estoy en la ducha caliente, me masturbo pensando cómo de repente podría llegar Sakusa a empaparme por dentro sin control y sin pensar en nada más, aunque eso es tan poco probable que pueda pasar, porque mientras yo estoy bañándome él está en la empresa donde trabaja jornadas completas y además no es el tipo de persona que se deja llevar ni aunque este en su máxima expresión de lujuria, así que sólo termino con mis fantasías y me salgo del cuarto de baño.

Cuando comenzamos a salir, siempre lo hicimos de forma convencional y en su habitación o en la ducha, sólo una vez lo hicimos en su auto, pero Sakusa es un hombre prudente y no me deja hacer cosas muy arriesgadas, aquella única vez en que nos arriesgamos a ser descubiertos fue sólo porque estábamos demasiado calientes debido a que nos habíamos aguantado durante varios días, así que fue inevitable ensuciar su lindo automóvil que obviamente tuvo que limpiar compulsivamente después del acto.

Como sea, el hecho es que a mí me gustaría tener más tiempo con mi amado esposo sin que se preocupara por el aseo y hacer cosas nuevas en la cama también, a mí en lo personal no me molestaría disfrazarme con aquellos típicos trajes sexys de enfermera, sirvienta, o simplemente usar lencería. Inclusive he pensado seriamente en el daddy kink y en el BDSM, me emociono un poco al pensar en Sakusa dominándome y teniéndome arrinconado sin poder hacer mucho más que gemir en su oído. Sin embargo, como ya he dicho antes, mi querido esposo es un hombre serio que nunca ha mostrado interés en este tipo de cosas, y como lo conozco muy bien estoy seguro de que simplemente no aceptaría hacer algo tan vergonzoso como eso.

Mi nombre es Yamaguchi Tadashi y aunque me cuesta mucho tener que admitirlo, mi matrimonio está en crisis...así que ahora mismo estoy dentro de una sex shop...

Ok, ok, déjenme explicarlo, probablemente aunque Kiyoomi no acepte algo tan bochornoso como trajes, lencería, juguetes, etc. Lo que vengo a comprar no es precisamente para algo que haríamos en pareja, sino más bien es sólo para mí, así que está bien que pueda conservarlo. Esto que acabo de comprar es más bien es como un material de práctica...

También aproveche para reabastecerme de lubricante y condones porque estoy muy comprometido con mi misión de tener sexo más seguido con Sakusa, y no sólo eso, la verdad me siento con suerte y estoy segurísimo de que voy a completar mi meta con éxito.

Una vez que llegué a casa y desinfecte cada cosa, procedí a esconderlas en algunos lugares en donde sé que Kiyoomi no va a ir a husmear. No podría ni imaginar la cara que pondría si se enterara que compré un consolador en forma de pene realista. Sí, sé que hay otros modelos que pueden pasar un poco más desapercibidos, pero realmente necesitaba esta forma vergonzosa para poder practicar lo siguiente: bien, se me ocurrió que podría hacerle a mi esposo una mamada, sencillo ¿no? Para nada, para empezar nunca he dado una, y aunque alguna vez en el pasado le propuse hacérselo él siempre se negaba, además, nunca me dio una razón clara para no querer que lo hiciera así que lo único que puedo suponer es que su misma misofobia lo hace sentir inquieto el sólo pensar hacerlo sin condón, pero tengo una idea brillante para eso: condones de sabores. Practicare primero con el dildo poniéndole esos condones y así dominare el no atragantarme además de aprender a no rasgar el condón por error, seré cuidadoso para poder complacer a mi esposo y quien sabe, puede que este pequeño acto encienda el corazón pervertido de Kiyoomi...