CAPITULO 1. EL FIN

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  • Dedicado a Tania Reyes
                                    

 P.V. EMILY

-Algo se rompió dentro de mi-

Crack! Podía oír a mi corazón quebrándose en mil pedazos, mi respiración aumentaba su velocidad brutalmente, mientras mi cerebro amenazaba con estallar. Las lagrimas comenzaron a salir velozmente de mis ojos, que presenciaban esa escena tan cruel.

El estaba ahí, en el lecho que compartimos tantas horas, aquel que presencio nuestras promesas de amor eterno, con ella, entregados a su pasión, tan metidos en el placer que no se habían percatado de mi presencia. No pude mas, simplemente me fui de allí, saque de mis bolsillos mi celular, las llaves de nuestro apartamento y lo mas doloroso: quite de mi dedo esa argolla que el me obsequio al principio de nuestra relación, cuando estaba seguro que yo era la mujer de su vida. Deposite todo ello en la barra de la cocina que tambien servia como encimera y desayunador y sin nada mas que me retuviera en ese sitio salí al frío de la calle.

El cielo me dio la impresión de solidarizarse con mi dolor, pues se torno gris, al tiempo que gruesas gotas de lluvia mojaban mi ser.

Camine desesperada, sin rumbo, sin sentido, solo por sacar esa angustia que amenazaba con tragar mi alma.

P.V. GABRIEL

Viridiana se marcho de el apartamento, yo simplemente no podia creer lo que habia hecho, cedi a mis impulsos, cedi al encanto de mi ex novia y traicione a Emily. No encontre ninguna excusa valida para mi comportamiento, me deje caer pesadamente en uno de los sofas que componian nuestra diminuta sala.

-¿que hare? - pensaba - Son casi las 6, Emily llegara pronto y no podre verla a los ojos sin hacer evidente mi culpabilidad -

De pronto un destello en la encimera de la cocina atrajo mi atención, me levante precipitadamente de mi sitio y atravesé la estancia en un suspiro, tome el llavero que habia capturado mi mirada mientras un nudo se formaba en mi garganta, pues mis manos sostenian el juego de llaves que pertenecian a mi mujer, a mi Emily, lo que indicaba que ella habia regresado a casa, sin embargo lo que me saco la primera lagrima fueron los otros dos objetos que estaban en la superficie blanca de la encimera, el primero era el celular de Emm, el segundo y definitivamente, el que rompio mi fortaleza era el anillo que yo le habia regalado en prueba de nuestro amor, un bonito aro de plata con pequeñas grecas rodeandolo y desembocando en un corazón. 

De repente supe que no habia mas esperanza, ella vio todo y se habia marchado.

Traicion & VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora