—mi señor, ya esta aquí el que lo vino a ver —dijo Edin, inclinándose ante el— esta bien ya te puedes ir —dijo Yorn, dándose la vuelta. Era un hombre muy pálido con el cabello totalmente blanco aunque no parecía un anciano.
—me llamo John Greynar y… —¡a nadie le importa como te llamas!, solo dime a que vienes para Seguir con lo que estaba asiendo —dijo Yorn arrogantemente.
—Soy caballero real del rey Dorrie, soberano de Skart —expreso John— pero no vengo de parte de mi rey.
—los de Antigua no son bienvenidos a mi fortaleza —dijo Yorn, acercándose a el
John se quito la capucha de la cabeza y no retrocedió ante Yorn.
—¿Así que es el quien te envía? —dijo Yorn, retrocediendo— ¡si! y tienes que devolverlo lo que le robaste antes de que sea peor para ti —dijo John.
Yorn empezó a mirar a los lados y caminar como si estuviera desesperado, —¡Edin!, ¡Edin! —empezó llamar a su aprendiz.
Ediy llego rápido, Yorn estaba en el suelo gritando su nombre sin parar. Ella ordeno a los guardias que le trajeran su medicina, los guardias llegaron con la medicina y Edin se la dio muy despacio como si alimentara a un bebe.
John solo estaba observando lo sucedido mientras Ediy ordeno que lo llevaran a sus aposentos, paso un tiempo y Edin salió de los aposentos de Yorn, fue a buscar a John.
—¡tu!, sígueme —dijo Edin señalando a John.
John la siguió asta el subterráneo de la fortaleza donde estaban los calabozos, —que hacemos aquí? —pregunto John— mi señor te devolverá lo que le compro a unos hombres hace unos meses —respondió Edin.
Llegaron a una un lugar donde no había ningún preso, Edin empezó tocar la pared encontrando una abertura, entonces saco una llave que tenia colgado en el cuello y abrió una puerta oculta, ambos entraron el lugar estaba oscuro y tenia un olor arcilla seca , muchas ratas escapaban de la poca luz, Edin encendió una antorcha y se la dio a John.
—tienes que seguir solo, yo no puedo entrar. ¡Ordenes de mi señor! –expreso Edin marchándose.
John empezó a ingresar al lugar, había un largo pasillo que solo dirigía a una celda, John se fue acercándose lentamente, al llegar a la celda vio a una mujer en un rincón. Tenia la piel mas palia que Yorn, solo vestía una tela sucia que le cubría todo el cuerpo tenia el cabello negro muy sucio.—hola, ¿estas bien? —pregunto John, la mujer no dijo nada no producía ningún ruido solo se podía oír a las ratas.
La puerta de la celda estaba abierta pero ella también estaba encadenada del pie, John entro a la celda lentamente pero la mujer empezó a ser ruidos raros como si intentara llorar.
—note are nada tranquila —dijo John inclinándose un poco.
Ella mostro una daga que tenia en las manos y la llevo asta su cuello. —¡fuera!, ¡fuera! —repitió la mujer una y otra vez. John se alejo un poco y vio que la mujer tenia muchas cicatrices y heridas que aun sanaban.
—es como verte a ti mismo no —interrumpió Yorn, que estaba fuera de la celda— ¿de que hablas? —pregunto John.
—estuviste en Terras, igual que yo, lose por que tienes la misma marca que yo —dijo Yorn, mostrando la marca que tenia en el cuello— tu eres quien llevo a la secta a Terras, —respondió John, saliendo de la celda agresivamente y lo sujeto del cuello.
—por tu culpa murieron cientos de niños —dijo John muy enojado— eres un maldito estúpido —dijo Yorn, intentando reír, John lo soltó pero Yorn no paraba de reír acompañado de toses.
John empezó a golpear a Yorn, pero de repente John salió volando chocando con una pared, Yorn se levanto moviendo las manos cubiertas por un humo blanco.
—Creo que ya fue suficiente, —dijo Yorn, acercándose a John que estaba tirado en el suelo— podría matarte aquí mismo.
Pero John respondió lanzándole fuego por las manos pero Yorn lo repelo con una onda de aire. —eres bueno con el fuego —dijo Yorn, desenvainando su espada— veamos como lo haces con la espada.
Yorn acato, John lo confronto con su espada ambos estaban igualados en fuerza pero Yorn agarro la espada de John y haciendo arder su mano a partió en dos, lanzado a John hacia atrás con una patada pero fue el fin, Yorn cayo al suelo agarrando su cuello por donde escupía sangre pero Edin ayudando a Yorn a levantarse y llevándoselo.
John se levando sosteniendo su pecho de la patada que había recibido, puso como bastón su espada para inclinarse con el, de pronto empezaron caer gotas de sangre que caían suelo estaba sangrado de la nariz, dos soldados entraron y tapido sujetaron a John y lo metieron junto a la mujer y cerraron la puerta y poco tiempo después se fueron.
Poco tiempo después John perdió la conciencia, y lentamente John abría los ojos y delante de el estaba Yorn.—al fin despertaste, dormiste casi dos días —dijo Yorn— algunos de mis hombres pensaron que estabas muerto.
—vamos sáquenlo de ahí ira a comer conmigo —ordeno a sus sirvientes , saliendo del lugar.
Sus sirvientes sacaron a John y lo llevaron al comedor donde ya estaba sentado Yorn, ambos estaban sentados y Yorn ordeno que sus sirvientes se retiraran.
—debes tener hambre, tranquilo no esta envenenada —dijo Yorn— como estoy segura de eso —respondió John.
—si, te voy a matar pero no será de esa forma —afirmo Yorn y John empezó a comer.
—no recuerdas nada entonces —afirmo Yorn nuevamente— ¿recordar que? —preguntó John.
—el hizo un gran trabajo contigo, eres tan fuerte como yo a tu edad, se podría decir que un poco mas —dijo Yorn— pero mas estúpido.
—tu mataste a cientos de personas —dijo John enojado— yo diría que les hice un favor al sacarlo de la asquerosa vida que tenían —dijo Yorn, adulándose así mismo.
John quería lanzarse contra el pero se detuvo.
—tu mataste a mi hermano —afirmo John.
Hubo un silencio largo solo se escuchaba a Yorn masticar la carne mientras John lo observaba.
—Perdón, no sabia eso pero a lo que se todos nosotros somos hijos únicos —afirmo Yorn, terminando de comer— solo es una excusa para limpiar tu conciencia —dijo John.
—y recuerdas algo de tu hermano —pregunto Yorn, John no respondió nada.
Nuevamente hubo un silencio pero esta vez no volaba ni una mosca, entonces Yorn se levanto y ordeno que le trajeran su caja, poco después sus sirvientes llegaron con una caja pequeña de donde saco una daga.
—le caes bien a Yara, si yo hubiese estado en tu lugar me hubiera matado —afirmo Yorn— ¿Quién es Yara? —pregunto John.
—Es la mujer que conociste abajo, mi hija se llamaba así —dijo Yorn agachando un poco la cabeza.
—querías matarme hace un rato, ¿por que te detuviste? —pregunto Yorn— por que no se si lograría vencerte y estamos en tu fortaleza —respondió John.
—te podrás llevar a Yara, si me respondes algo —expreso Yorn, caminando despacio por el salón— ¡pregunta! —dijo John, levantándose.—Escuche que un ejercito de inmortales esta el las islas Demea, ¿es verdad lo que escuche? —pregunto Yorn, mirando a John— ¿por que yo sabría si eso es verdad? —pregunto John.
Yorn se acerco John lentamente —no soy un estúpido, se que los inmortales sirven a tu señor —alzo la voz.
—Los inmortales sirven al rey de Skart —respondió John— los inmortales servirán al rey mas poderoso —dijo Yorn un tanto nervioso.
—Si tu señor marcha con un ejercito de inmortales a reclamar el trono de Skart, todo el continente entrara en guerra —dijo Yorn— no hay un ejercito en las islas Demea —aseguro John.
Yorn puso la daga en la mesa, empujándola asía John.
—por este lugar se acostumbra hacer juramento de sangre —dijo Yorn apoyándose a la mesa.
En esa situación John no tubo otra opción que acceder al pedido, levanto la daga y se corto la mano izquierda, haciendo el juramento de sangre y tiro la daga manchada de sangre a la mesa.
—Te puedes en el momento que desees —expreso Yorn, con una pequeña sonrisa.
John salió rápido del salón, envolviendo con una tela la mano cortada, Yorn se acerco a la daga la levando cuidadosamente tomo un frasco y con la yema de los dedos limpio la sangre que depositaba en el frasco, en ese momento entro al salón Edin.
—¡mi señor!, hay tres soldados vigilando la fortaleza, desde que llego John —dijo Edin— ya sabes que hacer, también prepara todo para que la mujer parta con nuestro invitado —Ordeno Yorn, mirando el frasco de sangre.